El nuevo rey mundial del culturismo en categoría aficionados es vigués. Borja Martínez se ha proclamado campeón del mundo amateur en Portugal tras veinte años de esfuerzo y una esmerada alimentación.
El camino no ha sido nada fácil para él. Una dolencia cardiaca marcó su infancia pero el deporte le abrió las puertas de su curación y de su futuro laboral. A sus 41 años y acaba de ganar una de las competiciones más prestigiosas del mundo en Estoril. Ha formado parte de la Selección Española Absoluta de culturismo y cuenta con un palmarés que pone de manifiesto que llegar a la cima no fue casualidad. Esfuerzo, tenacidad y una cuidada dieta resumen su trayectoria.
La dieta, la clave
Sin duda, uno de los factores que conduce a los culturistas al éxito –a parte del entrenamiento– es una cuidada y estricta dieta: “Comer mucho al principio, muy poco al final”. Antes de una competición la pauta es estricta. Dos semanas antes del campeonato se realiza lo que denominan “carga y descarga de agua y carbohidratos”. Para hacer esto, previamente hay que “vaciar el cuerpo de glucógeno para luego hacer una súper compensación a través de la carga energética posterior,” explica Martínez.
Come siete veces al día proteína e hidratos sin refinar, entrena dos horas diarias: “Medimos mucho lo que comemos, lo pesamos absolutamente todo, tiene que ser así”, añade.
Lo que queda patente es que un campeón del mundo no se hace en dos minutos y Borja Martínez necesitó veinte años para llegar.
