La ciencia aporta, por fin, buenas noticias tras meses y meses de preguntas sin respuesta y mucha incertidumbre. Los anticuerpos contra el covid-19 se mantienen estables siete meses después de la infección inicial. Y esa es una gran noticia de cara al futuro de la pandemia. La última entrega del estudio SEROCOV, liderado por ISGlobal y el Hospital Clínic de Barcelona, confirma que los anticuerpos contra el coronavirus SARS-CoV-2 forjan una inmunidad estable y duradera. Al menos durante medio año.

La investigación arrancó el año pasado, en plena primera ola de la pandemia de covid-19, con el estudio de 578 sanitarios de 'primera línea' del Clínic. Los participantes pasaron por cuatro exámenes serológicos entre marzo y octubre del 2020. El análisis logró detectar más de 90 positivos, entre los cuales había tanto sintomáticos como asintomáticos. Todos ellos, contagiados por la exposición natural frente al coronavirus. Gracias a una herramienta desarrollada por este equipo científico, llamada Luminex, los investigadores pudieron medir los niveles de tres tipos de anticuerpos (IgA, IgM o IgG); tresproteínas que se generan, progresivamente, tras la exposición al virus.

El resultado de este trabajo, publicado este mismo viernes en la prestigiosa revista 'Nature Communications', confirma que la respuesta inmune contra el coronavirus no solo se mantiene estable durante meses sino que, en ocasiones, puede llegar incluso a aumentar tras medio año desde la infección inicial. "Hemos observado que en un 75% de los casos los niveles de anticuerpos aumentan a partir de los cinco meses, sin ninguna evidencia de que esto se deba a una reexposición al virus o a una reinfección", comenta Gemma Moncunill, coautora de este trabajo e investigadora de ISGlobal, centro impulsado por Fundación "la Caixa". 

"En un 75% de los casos los niveles de anticuerpos aumentan a partir de los cinco meses"

Gemma Moncunill - Investigadora de ISGlobal

Buenas noticias también para los vacunados

¿Pero son estos resultados extrapolables a las personas vacunadas? Moncunill argumenta que sí. "La inmunidad generada tras una infección y la inmunidad generada tras la vacuna no son exactamente lo mismo. Los anticuerpos generados tras pasar la enfermedad dependen de muchos factores como, por ejemplo, si ha sido una infección sintomática o asintomática. Las vacunas, en cambio, optimizan mucho la respuesta inmune contra el virus", explica la científica en declaraciones a EL PERIÓDICO, diario perteneciente al mismo grupo de comunicación que este medio. 

"Por lo que sabemos hasta ahora, los anticuerpos generados tras la vacunación son mucho más resistentes y duraderos que los generados tras una infección natural. Por eso mismo se aconseja que las personas que ya han pasado la enfermedad reciban al menos una dosis de la vacuna. Así se garantiza que su respuesta inmunológica es más robusta", añade Moncunill.  

"Los anticuerpos generados tras la vacunación son mucho más resistentes y duraderos que los generados tras una infección natural"

¿Entonces harán falta terceras dosis contra el covid-19 para garantizar una respuesta inmune duradera? "Ahora mismo no tenemos ninguna prueba de que se necesite una tercera dosis contra el covid-19. Al menos para la población general", explica la investigadora. "La única excepción podría ser la población más susceptible como, por ejemplo, las personas inmunodeprimidas o los ancianos. En estos casos, puede que las dos dosis entregadas hasta ahora hayan generado una respuesta más pobre de lo que se creía. En estos casos sí que se podría aconsejar una tercera dosis", comenta. 

Otra buena noticia arrojada por este estudio es que las personas que han tenido una exposición reciente a los coronavirus responsables de los resfriados comunes podrían adquirir una "inmunidad cruzada" frente al covid-19 (al menos durante las primeras semanas y meses tras la infección). Esto, según explica la investigadora Carlota Dobaño, "podría ayudar a explicar la susceptibilidad tan diferente de la población a la enfermedad". Es decir, que estos anticuerpos podrían marcar la diferencia entre una persona que pasa el virus de forma leve o asintomática y otra que enferma de manera grave.