Es lunes y la resaca de emociones del finde te hacen llegar tarde a trabajar, por lo que dejas el ejercicio por la tarde. Es miércoles y ya vuelves estar a tope de energía, así que vas a correr a las ocho de la mañana cruzándote con señoras y señores que han madrugado para comprar el periódico. Es viernes y, como haces media jornada y por la tarde quieres desentenderte de hacer cualquier cosa seria, pasas el deporte al mediodía. Si te ha pasado esto, sabrás que entre el trabajo, los estudios, la vida social o esos ligues que vienen y van puede ser muy difícil hacer ejercicio siempre a la misma hora del día, pero intentar tener cierto orden, es más importante de lo que piensas: sus efectos pueden muy diferentes en función de cuándo lo hacemos.

Así lo destaca un informe que analizó cómo hacer deporte de 7h a 11.59h y de 15h a 19h repercutía en adultos con sobrepeso, obesos y físicamente inactivos. Después de diez meses de seguimiento, concluyó que se producía una mayor pérdida de peso justamente cuando estamos más perezosos: por la mañana. Y no hablamos de pérdida de peso como algo fundamental, ni nada que deba convertirse en una obsesión, sino como una necesidad que algunos pueden tener para sentirse un poquito mejor con ellos mismos, para ponerse el bañador y pisar la arena de la playa en modo emoji molón de las gafas de sol.

Aunque un momento, estos resultados no son súper determinantes, ya que las mañanas no son el mejor periodo para todo el mundo. Otro estudio analizó cómo los horarios influían a hombres con mayor carga de trabajo por la tarde, y tras cinco semanas llegó la conclusión de que ellos, que no solían trabajar su cuerpo en las primeras horas de día, podían adelgazar más haciendo deporte entre las 15h y las 19h. Esto quiere decir que, más que existir una hora ideal para todos, lo mejor es que cada uno salga a correr o a jugar esas pachangas de futbol cuando más habituado está a gastar energía, cuando las fuerzas de uno son equivalentes a las de Wonder Woman en sus mejores días.

Vale, hasta aquí hemos entendido cómo nos repercuten los horarios, ¿pero qué hay del tipo de ejercicio? ¿Cuál es más clave para perder peso? Según el informe se trata de esos movimientos capaces de dejarnos con la lengua afuera en modo “La vida me pesa”, pero que al mismo tiempo, pueden aportarnos un gran bienestar: los movimientos aeróbicos. ¿La razón? Se suelen realizar durante más tiempo y eso lleva al corazón y a los músculos a trabajar más rato y quemar más grasas.

Toda la información que tenemos hasta ahora no está nada mal para conseguir que el rato que dedicamos a cuidarnos sea lo más beneficioso posible, pero aún hay más: la duración semanal de ejercicio más adecuada para quemar grasas. De acuerdo con varios estudios, que cita el mismo medio, la cifra ideal son 250 minutos, que es capaz de hacernos perder el 5% de nuestro peso si nos tomamos el deporte en serio y, además, lo acompañamos de una dieta saludable. Vaya que no vale matarse cada día a retar a nuestros amigos a las carreras si luego nos tragamos un arsenal de nuggets, pizza y helados de colores radioactivos sospechosamente artificiales. Así que, a partir de todos estos datos, intenta que pase: dale a tu cuerpo todo el cariño del mundo (si es lo que realmente necesitas).