Entre el 1 y el 17 por ciento de los hogares europeos tienen un gasto sanitario tan alto que no pueden permitirse satisfacer otras necesidades básicas como la alimentación, la vivienda y la calefacción, según alerta un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa.

El documento, que se lanza con motivo del Día Mundial de la Salud, que se celebra cada 7 de abril, se basa en el trabajo de expertos nacionales de 24 países europeos sobre las barreras de acceso y las renuncias al tratamiento por su alto coste, así como las dificultades financieras derivadas.

Según sus estimaciones, entre el 1 y el 9 por ciento de los hogares de Europa se ven empujados a la pobreza (o a una mayor pobreza) después de haber pagado de su propio bolsillo la atención sanitaria que requieren. Este gasto "desorbitado", "impulsado principalmente por el pago directo de medicamentos ambulatorios", se concentra sistemáticamente en el 20 por ciento más pobre de la población, lamenta la organización internacional.

El informe concluye que la proporción de personas que renuncian a los servicios de salud necesarios, incluidos los medicamentos recetados, es "elevada" en los países en los que la protección financiera es "escasa". "Es inaceptable que hoy en día alguien se vea empujado a la pobreza por tener que pagar por el tratamiento que necesita", señala la directora regional de la OMS en Europa, Zsuzsanna Jakab.

Según la OMS, esos países con una fuerte protección financiera ofrecen, entre otras medidas, un paquete de prestaciones públicas con una "amplia gama" de medicamentos esenciales, así como exenciones y límites para asegurar la protección contra los copagos entre las poblaciones vulnerables.

La OMS, con motivo del Día Mundial de la Salud, ha impulsado una campaña para ayudar a la gente a comprender mejor lo que significa la cobertura sanitaria universal.