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Habla la nutricionista Gabriela Uriarte

Vivir sin hacer dieta jamás es posible

La 'coach' nutricional Gabriela Uriarte da las claves de cómo llevar una vida sana sin tener que seguir un régimen estricto

Muchas personas pasan gran parte de su vida a dieta. SHUTTERSTOCK

Se acerca el verano y con él la psicosis de tener un cuerpo perfecto. Gimnasios y todo tipo de especialistas en dietas se llenan los bolsillos gracias a la obsesión de la sociedad de conseguir que el bikini quede como un guante. Pero, ¿son los tratamientos para bajar peso con nombre y apellido lo idóneo para conseguir una meta saludable?

Según la nutricionista y dietista Gabriela Uriarte, se puede vivir sin hacer dieta durante toda la vida. En su primer tomo, 'Sin dieta para siempre', desgrana una serie de conceptos a través de los que pone sobre la mesa los problemas del siglo XXI con respecto a la alimentación y también una serie de consejos de vida sana que se pueden amoldar a todo tipo de personas. ¿La clave? Comer lo que siempre se ha comido.

Uriarte parte del término 'ambiente obesogénico' para dar rienda suelta a sus recomendaciones. "Esto es todo lo que hace o lo que manipula nuestras elecciones alimentarias. En nuestro entorno de vida moderna sería desde el estrés crónico de bajo grado, que a todos nos afecta en mayor o menor medida y que puede llevar a un comer emocional, pasando por una súper exposición y una súper oferta de alimentos hiperpalatables y ultraprocesados, hasta el trabajo que tenemos. Ahora mismo la mayoría no son físicos, sino que se realizan sentados, lo que nos lleva al sedentarismo. Todo esto, al final, modela el camino hacia un sobrepeso si nos dejamos llevar. El entorno nos hace engordar", asegura.

Uriarte: "Lo mejor es no pensar en modo dieta"./ Vídeo: Miriam Cos

La presión del culto al cuerpo se ha convertido en una espada de Damocles que lleva a la sociedad a obsesionarse con adelgazar, algo que no ayuda en nada. "El mayor error que se comete a la hora de iniciar un régimen es ponerle fecha de caducidad. Si lo hacemos ya lleva implícito que lo vamos a dejar en algún momento. Si es así, normalmente, no va con educación alimentaria y volveremos a los viejos hábitos", concreta la 'coach'. que además hace hincapié en que "otro error es hacer dietas buscando resultados en una semana. De manera natural y bien hechos deberían ser más lentos porque conllevan un aprendizaje".

Moda peligrosa

Y aunque España es uno de los países con la mejor dieta del mundo, la mediterránea, lo cierto es que la obesidad se cierne sobre la sociedad debido a un constante goteo de publicidad sobre comida insana y modas que llegan a rozar el absurdo. "Comer sin lactosa o sin gluten es una moda y además muy peligrosa. Algo que no tenga gluten, por ejemplo, no se convierte en saludable automáticamente", señala Uriarte. "Estamos muy marcados por la 'super food' y todos estos anglicismos que nos descentran de lo importante, que es comer como hemos comido toda la vida. La mayor parte de nuestra existencia como humanos ha transcurrido sabiendo cómo comer. El problema del sobrepeso y la obesidad es de ayer. Dicen que es la epidemia del siglo XXI y esperamos que se pueda erradicar y gestionar mejor para el próximo siglo", dice.

"La obsesión por la alimentación depende de cómo sea la personalidad y cómo se tome la persona el grado de exigencia. Insisto en que no hace falta comer perfecto y buscar esto tiene un punto patológico"

Gabriela Uriarte - Nutricionista

En su libro, la nutricionista ofrece una serie de consejos y también recetas con los que llevar una vida saludable para siempre y sin pasar hambre. "Técnicamente es imposible no estar a dieta, ya que el término directamente hace referencia a todo lo que consumimos, pero sí me gustaría que la gente dejase de pensar en hacer algo ahora y parar y estar a régimen o no. El mismo vocabulario nos delata cuando decimos: "He empezado una dieta". Es más efectivo a largo plazo enfocar por "estoy comiendo bien la mayor parte del tiempo"", afirma.

Hacerse un calendario de comidas, controlar las cantidades y no obsesionarse con el peso son algunas de las claves de Uriarte, que reconoce que ha llevado a cabo algún que otro tratamiento "para saber que sienten mis pacientes". "La obsesión por la alimentación depende de cómo sea la personalidad y cómo se tome la persona el grado de exigencia. Insisto en que no hace falta comer perfecto y buscar esto tiene un punto patológico. Planificar la compra o medir cantidades es importante, sino no nos podemos poner en pausa. Las malas elecciones alimentarias continuadas, al igual que las malas elecciones de estilo de vida, sabemos a lo que nos llevan. Yo, como nutricionista, intento que haya herramientas pero que cada uno viva como quiera. Si la alimentación lleva a la obsesión, hay que trabajarlo", señala.

La dietista, que pone el foco en pseudo profesionales y el intrusismo laboral en el mundo de la alimentación sana como otro problema a erradicar, asegura que en su libro lo novedoso es que "he intentado que el que lo lea lo pueda adaptar a su manera de ver las cosas en el grado que quiera. Es como un traje a medida, cada uno puede hacerlo a su gusto. No es una dieta con apellido".

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