Cada estación tiene su encanto y el otoño no iba a ser menos. Para superar el final del verano, la nueva estación sigue regalando magníficas experiencias, algunas de ellas relacionados con la gastronomía. Y es que el otoño llega cargado de alimentos de temporada que harán las delicias de los paladares más exigentes sin descuidar la dieta. Además, algunos de estos productos propios de la época también aportarán un extra de salud ante la llegada del frío y los incómodos resfriados. Disfrutar y cuidarse irán de la mano incluyendo estos productos de temporada en los menús diarios.

Setas

Unas de las reinas indiscutibles del otoño. Las setas son uno de los alimentos más deseados de esta época, especialmente por su versatilidad. En revueltos, como guarnición, rellenas, con pastas o en risotto, las setas son una buena fuente de proteína vegetal y ricas en hierro, fósforo, yodo, magnesio, selenio, calcio y potasio. Además, su aporte calórico es muy reducido. Aquellos que decidan salir a recolectar sus propias setas deben extremar todas las precauciones y acudir acompañado de un experto que garantice que los hongos son aptos para el consumo. Deliciosas sí, pero algunas de ellas también son peligrosas.

Castañas

Muchos frutos secos están de temporada durante el otoño, pero en esta ocasión la protagonista será la castaña, un producto saciante que cuenta con todos los aminoácidos esenciales. Base de la dieta gallega hasta la introducción de la patata, la castaña sigue siendo un alimento completo y con muchas posibilidades. Saludable para cualquier comensal, la castaña tiene efecto cardioprotector, ayuda a controlar la hipertensión o la anemia y su harina ofrece una alternativa a las personas intolerantes al gluten. Y la castaña también nos recuerda que el magosto está a la vuelta de la esquina.

Calabaza

Si la castaña recuerda al magosto, la calabaza lleva a pensar en el samahín y, por qué no, a meterle mano en la cocina.

Además de ser uno de los productos de la huerta más bajos en calorías, es rico en fibra, potasio, el fósforo, el magnesio, el hierro y el cinc. Contribuye a lidiar con problemas del aparato digestivo y la retención de líquidos, junto con su capacidad antioxidante.

Legumbres

Aunque se encuentran disponibles durante todo el año, las legumbres encajan especialmente bien en las dietas del otoño. Destacan por su alto contenido en fibra y en proteínas, además de contar también con todos los aminoácidos esenciales. Junto a las recetas más tradicionales como un buen guiso de lentejas o una fabada, las legumbres de otoño permiten jugar incorporándolas a diferentes platos.

Caballa, bonito o dorada

La caballa, el bonito, la dorada o el salmonete son algunos de los pescados que se encuentran en su mejor momento durante el otoño. Los acompañan algunos mariscos como los berberechos. Así que esta época también invita a acudir a la pescadería y aprovechar todos los nutrientes de estos productos.

Membrillo

Desde mediados de septiembre arranca la temporada del membrillo, más corta que la de otras frutas y hortalizas pero que dura el tiempo suficiente para disfrutar de su sabor. Una de las elaboraciones más típica es la del dulce de membrillo, pero también puede prepararse en bizcochos, compota e incluso introducirlo en platos salados.

Del mismo modo que otros productos de temporada en otoño, reduce la retención de líquidos y ayuda a controlar la hipertensión además de ser especialmente saciante.

Entre los minerales destacan la presencia de potasio, fósforo, hierro, calcio y sodio

Granada

La granada es uno de los antioxidantes de temporada por excelencia. Un color vivo, con notas marrones y una piel delgada y fuerte indica que la fruta se encuentra en el punto óptimo.

Es una fuente de vitamina C, ácido fólico, polifenoles y potasio.

Chirimoya

Aunque la chirimoya no es uno de los frutos más habituales en las despensas gallegas, puede ser el descubrimiento de este otoño. De sabor dulce, destaca por su capacidad para actuar como protector natural contra los parásitos, gracias a su alto contenido en fibra, niacina y citotoxinas.

Pero, como cualidad diferenciadora, la chirimoya es reguladora del sistema nervioso, funcionando como remedio casero ante episodios de estrés o ansiedad.

Por si fuese poco, protege contra la osteoporosis, regula la digestión y también es especialmente beneficioso para los niños.

Por qué una dieta de productos de temporada este otoño

Al margen de los beneficios particulares de cada uno de estos alimentos, consumir productos de cualquier temporada es especialmente recomendable, ya que así el aporte nutricional de los productos se encuentra en su momento óptimo. Eso, por no hablar de la menor cantidad de conservantes y otros aditivos que serán necesarios para su comercialización.

El bolsillo también agradecerá que se opte por productos de temporada. Por menos dinero podrás traer más productos del mercado y de mayor calidad.

Además, el medio ambiente también sale ganando ya que, en la mayoría de los casos, los productos de temporada son sinónimo de productos de proximidad que, además de impulsar la economía local, reducen la huella ecológica que los alimentos dejan debido a los transportes.