Una de las causas principales por las que la diabetes suele empeorar es el estrés, puesto que ambas tienen una relación "muy directa"; un hecho que cobra especial interés con la vuelta al trabajo y a la rutina diaria tras las vacaciones, según Serafín Murillo, investigador del Ciberdem-Idibaps, Hospital Clínic de Barcelona.

Estrés es la respuesta del organismo ante una situación que interpreta como amenazante o peligrosa y se prepara para afrontarla. Cuando se está bajo estrés, el cuerpo sufre una serie de cambios, como prepararse para estar aseguro de tener suficiente azúcar y energía disponible. Por ello, caen los de insulina y aumentan los niveles de glucosa. En resumen, hay más glucosa disponible en la sangre.

El estrés está asociado a un empeoramiento del control de la diabetes por parte del propio paciente, lo que puede producir un descontrol metabólico debido a la falta de adherencia al tratamiento. Según Murillo, "el estrés es un problema por partida doble para las personas con diabetes".