Hoy te has levantado con el propósito de ponerte a dieta para, por fin, deshacerte de esos kilos de más y perder peso. Pues bien, más allá de los consejos de los expertos que se traduzcan en un cambio de hábitos hacia la vida sana, en tu batalla contra el sobrepeso tienes un nuevo enemigo al que declararle la guerra: el zumo de frutas.

Pero ojo, lo que es negativo para la pérdida de peso es la forma en la que te tomas la fruta, no el alimento como tal. Más bien al contrario. Los nutricionistas instan a incluirla en nuestra dieta. De acuerdo con la opinión de los expertos, se aconseja consumir cinco piezas de fruta y verdura cada día. Claro que la sola inclusión de la fruta en nuestro menú no es garantía de éxito en nuestra misión de perder peso si no se combina con una vida activa (moverte por ejemplo más de 15.000 pasos al día) y vigilando también lo que bebes.

"Tal y como se vio en estudios científicos el zumo natural exprimido 100 por 100 de fruta no parece aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 como sí lo hacen los zumos envasados con azúcar añadido (que encuentras en el supermercado). Aún así y hablando ahora desde el punto de vista de la pérdida de peso un zumo no te aporta ni fibra ni saciedad como sí lo hace una pieza de fruta entera", señala Miquel Girones, un nutricionista que exhibe sus conocimientos en vídeos divulgativos que puedes encontrar en redes sociales como Youtube o Instagram y que hace hincapié en el tiempo que empleamos para comer fruta: se tarda más tiempo en tomar una fruta natural, lo que hace que el cerebro se sienta más saciado.

Un ejemplo práctico que explica la teoría del 'zumo antidieta'

Vayamos a un ejemplo claro con el que vas a poder comprobar toda esta teoría. Una naranja tiene 0 gramos del denominado azúcar libre mientras que un zumo tiene unos 35 gramos de este mismo elemento. "Al zumo se le ha quitado la fibra de la fruta y eso hace que se metabolice mucho más lento el azúcar que tiene la fruta. Además sería casi impensable que te pudieras comer tres o cuatro naranjas de una tacada entre que las pelas y las comes, por eso beberte un zumo es un chute tremendo de insulina para el cuerpo", sentencia Girones.

Además tomando la fruta completa masticas y eso, explica el nutricionista, envía señales a tu cerebro "de que estás quedando saciado y lleno". "Es una acto mecánico. Beber zumos o tomar batidos es algo que le recomendamos a la gente que tiene que ganar peso porque al no haber masticación cuando te tomas algo líquido puedes ingerir más calorías sin que tu cuerpo se de casi ni cuenta de lo que está haciendo", concluye. ¿Aún necesitas más consejos? Te damos otros diez para adelgazar.