El aire acondicionado, cuya temperatura debería rondar los 21 grados -como muy bajo- para evitar el cambio de temperatura con el exterior, es un factor de impacto también para los ojos. Un punto muy sensible pero poco conocido.

Los ópticos-optometistas gallegas recuerdan que este tipo de refrigeración del aire tan usada en verano reseca los ojos y "es un problema que puede llegar a cronificarse generando lo que se denomina un ojo seco". También que si no se realiza convenientemente el mantenimiento y limpieza de los sistemas de ventilación se puede favorecer la aparición de infecciones.

Pero no solo eso. La llegada del verano, con las altas temperaturas, la exposición a la radiación ultravioleta, el aire acondicionado o los baños en piscinas y en la playa requiren un cuidado específico de los ojos. El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia señala que estos factores pueden contribuir al desarrollo de problemas visuales a corto, medio o largo plazo, como son las infecciones, conjuntivitis, ojo seco, irritación, fotoqueratitis (quemadura de la córnea), cataratas o degeneración macular.

Consejos

Para procurar una salud visual correcta en verano, los ópticos gallegos aconsejan usar gafas de sol siempre que se esté expuesto a los rayos solares, a todas las edades e incluso en bebés. Destacan también que si la persona tiene problemas refractivos deberá utilizar gafas de sol graduadas, completando esta protección con el uso de gorra o sombrero, para que los ojos siempre estén en sombra.

En la playa también es fundamental estar pendiente de que los niños se laven las manos a menudo, porque si se frotan los ojos con las manos sucias de jugar en la arena es fácil adquirir una infección.

Otro posible peligro es la entrada de cuerpos extraños en el ojo, que en caso de producirse los expertos recuerdan que no hay que frotarse los ojos, sino lavarlos inmediatamente.

Además, los expertos también reparan en la hora del baño en piscinas o playas. Recomiendan en estos casos el uso de gafas de baño o buceo para evitar el contacto con agentes irritantes como el cloro y e incluso con virus y bacterias.

Con estas medidas preventivas, los ópticos-optometristas gallegos aseguran que se evitarán gran parte de los problemas que suelen afectar a los ojos durante el verano. Pero si persisten las molestias, como irritación, enrojecimiento, sequedad, exceso de lagrimeo o dolor, se deberá consultar con un especialista.