España "ha engordado" durante la recesión económica: seis de cada diez de sus ciudadanos pesan más de lo que deberían, dos de ellos son obesos y el mapa de este problema de salud ha girado al norte, con Asturias y Galicia al frente de unas estadísticas que solían liderar Canarias y Andalucía.
El profesor de la Universidad de Navarra Javier Aranceta Bartrina, uno de los principales especialistas del país en salud nutricional, presentó un avance del estudio "Epidemiología de la obesidad en España", un informe de 2016 que actualiza los datos recabados en 2005 para medir la prevalencia de la obesidad, un problema que representa el 2 % de todo el gasto público sanitario.
Y los datos no son buenos: si en 2005 cerca del 16 por ciento de los españoles padecía obesidad (es decir, tenía un índice de masa corporal superior a 30), en estos momentos esa cifra ronda el 20 %.
Galicia, que en 2005 ocupaba el cuarto lugar, ha pasado a estar en la cabeza con un 25 por ciento, solo por detrás de Asturias (25,5%).
La nutricionista farmacéutica Maika López, que fue alumna de Aranceta Bartrina, recuerda que "el exceso de peso no es un mero problema estético, sino una auténtica enfermedad que dispara el riesgo de padecer muchas otras, desde la diabetes tipo II a distintos tipos de cáncer y patologías cardiovasculares que aparecen progresivamente en edades más tempranas". De hecho, afirma que se empieza a observar un aumento de la tensión arterial y también patologías típicas de adultos con sobrepeso en los niños. "Ya en el estudio Aladino de 2015 se estudió que en Galicia se había multiplicado por tres la obesidad infantil en casi cuarenta años, los niños ganaron de media 7,3 kilos y su cintura aumentó entre 4 y 6 centímetros", explicó la experta.
Este incremento de la obesidad entre los niños se atribuye al hecho de que las dietas tradicionales "han sido reemplazadas rápidamente por otras con una mayor densidad energética, lo que significa más grasa y más azúcar añadido en los alimentos, unido a una disminución de la ingesta de carbohidratos complejos y de fibra y también de pescado porque como pescado no cuentan las barritas de pescado congeladas", explica López, que añade que a ello se suma una menor actividad física.
La nutricionista critica que los alimentos industriales sustituyan a "la comida". "Las galletas, las barritas, tortitas... sustituyen al pan de toda la vida; los quesitos, yogures bebibles... sustituyen a la leche; los zumos industriales o caseros sustituyen a la fruta y el fiambre como el jamón york o el pavo sustituyen al jamón serrano", lamenta. "Y estos errores hacen que el desayuno, las medias mañana y las meriendas de los niños no les nutren, solo aportan calorías vacías. Es decir, no alimentan, solo engordan".
Maika López - Nutricionista farmaceutica
"Los desayunos y las meriendas no nutren a los niños, solo aportan calorías"
