Un grupo de investigadores españoles ha constatado que el corazón humano reacciona ante un infarto de una manera muy diferente a como se pensaba hasta el momento, lo que, a su juicio, "derrumba" un dogma clásico, según el cual, tras un evento de este tipo existía una reparación progresiva del miocardio.

Los responsables de esta investigación, que se publica en las revistas "Circulation" y "Circulation Research", son científicos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC), Fundación Jiménez Díaz y Hospital Universitario de Salamanca.

Durante décadas se ha asumido que inmediatamente después de un infarto se producía una reacción inflamatoria (caracterizada por un incremento del contenido de agua y células) en el tejido infartado y que ésta permanecía estable durante al menos una semana con una posterior desaparición progresiva, explica el CNIC a través de un comunicado.

Modelo experimental

Sin embargo, ahora, se ha demostrado que el corazón humano responde con dos reacciones edematosas muy bien diferenciadas y separadas en el tiempo, según los responsables de esta investigación, que previamente hicieron sus hallazgos en modelos experimentales.

"Este nuevo trabajo, que ha hecho uso de la tecnología de resonancia magnética más avanzada para demostrar que el corazón humano responde con dos reacciones edematosas muy bien diferenciadas y separadas en el tiempo, tiene implicaciones clínicas inmediatas", aseguran sus responsables.

Según estos, no solo afectan a ensayos clínicos en marcha, sino a futuros estudios que puedan enfocarse en la modulación y posible tratamiento de estas dos fases independientes.

Además, los científicos constatan que terapias aplicadas durante el infarto son capaces de cambiar la composición del músculo cardiaco durante las primeras horas tras la reperfusión y "ello se traduce en una recuperación del corazón mucho más rápida".