El esperma humano se deteriora progresivamente. Así lo constatan desde hace años diversos estudios científicos, que alertan de la pérdida tanto de la cantidad como de la calidad de los espermatozoides, y que hoy es la principal causa de infertilidad masculina. Un estudio realizado por investigadores españoles, publicado en la revista especializada Translational Andrology and Urology revisa todos los métodos de diagnóstico y tratamiento del daño al ADN de los espermatozoides disponibles en la actualidad y elabora un algoritmo del uso de cada uno de ellos según la gravedad del daño y la situación general de la pareja infértil, tomando en cuenta también la condición de la mujer.
El estudio español, que dirige el doctor Jan Tesarik, de la Clínica MARGen de Granada, muestra que la frecuencia sexual mejora la calidad del ADN de los espermatozoides, corroborando de esta forma los resultados de otros estudios internacionales, como el realizado por investigadores australianos, que constataron una reducción del 12% en el daño del ADN del esperma en pacientes con problemas de fertilidad tras una semana de actividad sexual.
Infertilidad
"Esto es algo que recomendamos desde hace tiempo a los pacientes que quieren tener descendencia porque teniendo relaciones sexuales frecuentes lo conseguimos es que tengamos espermatozoides más jóvenes y, por tanto, con más energía y vitalidad y, por el contrario, con menos alteraciones en el ADN que otros que ya tienen 30, 60, 90 días, que es lo que suelen durar. Con una mayor frecuencia sexual, lo que se busca es que se renueve más la línea seminal y que esta tenga más capacidad de fecundación", explica el urólogo y sexólogo gallego Manuel Varela.
Hay numerosos factores que explican este progresivo empobrecimiento, desde determinadas patologías como procesos inflamatorios, criptorquidia y cáncer, a ambientales. "El estilo de vida está muy relacionado con el empobrecimiento de los espermatozoides. El consumo de sustancias como el tabaco y el alcohol afectan muy negativamente en la cantidad y en la calidad del esperma.
"Muchos pacientes con problemas de infertilidad tienen todos los estudios más o menos normal pero tienen una fracción de ADN del espermatozoide mayor de lo normal, lo que hace que su capacidad fecundante sea muy baja o no sea viable", explica.
Cómo mejorar la calidad del semen
Uno de los tratamientos para mejorar la calidad del semen y reducir los índices de fragmentación del ADN son los complementos antioxidantes, aunque no en todos los casos funcionan. Reducir la exposición a sustancias tóxicas también contribuye a mejorar la calidad de los espermatozoides. "La calidad de vida es muy importante y el hábito alimenticio, también. El semen, además, es muy sensible al estrés oxidativo, que también afecta a otras células. ¿Y cómo se combate el estrés oxidativo? Pues mejorando la calidad de vida, los factores ambientales de donde trabajamos y donde vivimos", asegura.
Para el doctor Varela, no hay duda de que el estilo de vida es una de las principales causas del empeoramiento de la salud reproductiva masculina. "El mundo moderno ha mejorado mucho en muchas cosas, pero también es cierto que los medios en los que nos movemos cada vez son más nocivos para nuestro organismo", añade.
Reconoce que la infertilidad se ve en consulta cada vez más, pero también porque el hombre tiene "menos reparos", que hace unos años, dice, en acudir al especialista cuando tiene algún problema sexual, entre ellos, de fertilidad.
