La llegada del verano trae consigo año tras año un gran equipo de prometedoras dietas que diversos medios de comunicación, sobre todo revistas, publican con la esperanza de atrapar y llamar la atención de aquellos que quieren desfilar por la playa y piscinas con un cuerpo 10. Las campañas de publicidad también favorecen esta tendencia, pues son las que nos recuerdan día a día, al mostrar en sus anuncios modelos esculturales, el deseado cuerpo que debemos conseguir para lucir las mejores galas en las noches estivales de las vacaciones. Sin embargo, todas esas dietas y esas campañas de publicidad olvidan recordar al público lo que supone conseguir ese prototipo ideal de belleza.
En los años 60, los cuerpos voluptuosos eran tendencia. Las amplias y exuberantes caderas atraían a todo tipo de público; sin embargo, en la actualidad, el prototipo de belleza femenino ha cambiado, lo que ha traído consigo innumerables consejos para la pérdida de peso.
Una nutrición saludable nunca está de más, pero no todos necesitamos perder peso, ni una dieta básica es la ideal para todo tipo de personas y cuerpos, tal y como explica la Federación Española de Nutricionistas y Dietistas.
Durante el verano estas campañas publicitarias y las innumerables dietas que nos presentan hacen que en esta época del año nos sintamos vulnerables y con la necesidad de cuidarnos, un error que todos cometemos sin tener en cuenta que cuidar la alimentación no es un acto que solo deba realizarse en verano.
"Intentamos hacer en dos o tres meses lo que no hacemos durante todo el año, lo que trae consigo dietas desequilibradas, perjudiciales que no enseñan a uno a comer y que puede conllevar otros problemas que van más allá de la pérdida de dos o tres kilos", explica Eva Trescastro, directora de la Federación Española de Nutricionistas y Dietistas.
La concienciación es mínima, pues la constante publicación de libros, posts y artículos sobre estas dietas que nos aseguran perder peso "en una semana" son innumerables. La necesidad de alertar tanto a padres como a jóvenes es esencial ya que los problemas que pueden producirse en el cuerpo tras una de estas dietas estrictas para perder peso rápido pueden ir desde problemas en los riñones, por excesivo consumo de proteínas, hasta el déficit de algún tipo de vitamina o mineral.
"Proliferan dietas y las personas que las crean sin tener ni idea de una alimentación correcta. Esto no está ni regulado, ni sancionado", manifiesta Eva, que está en radical desacuerdo con el consumo de este tipo de dietas que en la mayoría de ocasiones no están supervisadas por nutricionistas.
La dieta Dukan, por ejemplo, es rica en proteínas y baja en hidratos de carbono. En ella se elabora una lista de los 100 alimentos que si se pueden consumir. Es una de las más conocidas y sobre todo de las más criticadas, ya que múltiples asociaciones y nutricionistas han advertido que puede provocar fatiga muscular, estreñimiento y daños en hígado y riñones.
También hay otras muchas que deberíamos evitar como las detox, en las que se realiza un tratamiento depurativo; la Atkins, que prohíbe comer hidratos de carbono, o la dieta Enteral Planas, que se basa en una hospitalización de 1 a 10 días durante los cuales, se alimenta al paciente por sonda nasogástrica sin ingerir ningún alimento sólido.
El peligro entre los jóvenes
Una de las principales advertencias de los especialistas es que los padres tengan cuidado con la información que consumen sus hijos, así como las web que visitan, ya que por su corta edad, pueden ser víctimas potenciales no solo a la hora de ser consumidores de estas dietas, sino que también "ese interés por perder peso puede convertirse en una terrible obsesión que derive en la aparición de trastornos alimentarios", afirma Trescastro.
Perder unos kilos para lucir un cuerpo espectacular nunca había sido tan deseado y al mismo tiempo, destructivo. Los resultados no siempre son óptimos, no siempre conseguimos lo que queremos, las consecuencias son totalmente insanas y el peligro que corren los jóvenes que no están bien informados no es tenido en cuenta, pero aún así, seguimos en busca de la imagen perfecta.
