La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) es una enfermedad degenerativa que afecta a las células nerviosas del sistema motor. Éste es el encargado de controlar el movimiento reflejo y voluntario, lo que provoca que al disminuirse el funcionamiento de este tipo de células se genere debilidad y atrofia muscular.

Atendiendo a su denominación, la palabra ´esclerosis´ hace referencia al endurecimiento del tejido nervioso tras su degeneración, mientras que el conjunto de esos nervios que se encuentran a ambos lados de la espina dorsal hace que se le asigne al nombre de la enfermedad el término ´lateral´. Como consecuencia de ello aparece la atrofia muscular a la que se le concede el vocablo ´amiotrófico´.

Causas de la Esclerosis Lateral Amiotrófica

Se desconoce el origen y las causas de esta afección aunque algunos expertos teorizan sobre algunos posibles factores que podrían tener relación con la misma. Algunos de ellos colocan al componente genético como un detonante de la ELA. Otros creen que se trata de una alteración concerniente al crecimiento neuronal en la que se desencadena el suicidio de estas vitales células nerviosas.

¿A quién afecta más el ELA?

La media de edad en la que la Enfermedad Lateral Amiotrófica hacer su inmersión oscila entre los 40-70 años, aunque ello no descarta que se pueda producir en personas más jóvenes.

Entre sus características cabe mencionar que no se trata de una enfermedad contagiosa, aunque su incidencia en la población española es de 1 habitantes por cada 50.000, afectando en mayor número a varones.

¿Cómo se diagnostica la Esclerosis Lateral Amiotrófica?

El diagnostico de la enfermedad es complejo ya que no existe una evaluación definitiva, sino que un neurólogo especialista debe examinar por completo al paciente atendiendo asimismo a su historial médico. La realización de un electromiograma es fundamental para determinar el estado de los nervios y músculos.

Tratamiento de la enfermedad ELA

En cuanto al tratamiento de la esclerosis lateral amiotrófica de la esclerosis lateral amiotrófica no existe cura, siendo los tratamientos de control y los paliativos las únicas alternativas para mejorar la calidad de vida de los afectados. La esperanza de vida de los pacientes varía en cada caso.