El PP baraja prohibir el uso del cigarrillo electrónico en los espacios públicos cerrados, según informaron a Europa Press en fuentes parlamentarias, a través de una enmienda al articulado del proyecto de Ley de Segunda Oportunidad. De esta forma se equipararía el uso de este dispositivo al del tabaco tradicional, que desde 2010 está prohibido en lugares públicos cerrados, incluidos bares y restaurantes.

En diciembre de 2013, la entonces ministra de Sanidad Ana Mato acordó con las comunidades autónomas prohibir "con carácter nacional" el uso de estos dispositivos en zonas infantiles y centros escolares, centros sanitarios, en el ámbito de las administraciones públicas (especialmente en las zonas de atención al ciudadano) y en el transporte público.

Dicha prohibición se materializó meses más tarde mediante la Ley de reforma Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, que modificó la actual Ley Antitabaco para detallar los lugares donde se prohibirá el uso de los cigarrillos electrónicos, además de su publicidad y definición.

En el caso de los centros docentes o formativos, quedó prohibido su uso en los espacios al aire libre "salvo en los de centros universitarios y de los exclusivamente dedicados a la formación de adultos, siempre que no sean accesos inmediatos a los edificios y aceras circundantes".

También quedaron vetados estos cigarrillos al aire libre en parques infantiles o zonas de juego para la infancia, siempre que estén acotados y contengan "equipamiento o acondicionamiento destinados específicamente para el juego y esparcimiento de menores".

Y en lo que respecta al transporte, su uso quedó restringido en cualquier tipo de vehículos de transporte público urbano e interurbano, así como en transporte marítimo, ferroviario o aéreo. En este último caso, no obstante, la prohibición sólo afectará a aviones de compañías españolas o vuelos compartidos con compañías extranjeras.