Cada año se diagnostican unos 1.800 nuevos casos de esclerosis múltiple, una enfermedad que la padecen 47.000 personas, de las cuales un 70 por ciento corresponden a mujeres, según ha confirmado un metaanálisis presentado en la LXVI reunión anual de la Sociedad Española de Neurología (SEN), que además ha desvelado que los casos diagnosticados se han multiplicado por 2,5 en los últimos 20 años, y que la etapa de la vida en la que se diagnostican más casos es entre los 40 a 50 años.

"Aunque el estudio se ha hecho a partir de trabajos realizados a finales de los años 60, y en los últimos años se ha avanzado mucho en el diagnóstico de la enfermedad, el hecho de que la enfermedad debute antes de la edad media de diagnóstico, hace que debamos seguir insistiendo en la importancia del diagnóstico temprano", ha señalado la coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la SEN, la doctora Ester Moral, con motivo del Día Nacional de la esclerosis múltiple, que se celebra este jueves.

La mayor incidencia de esta enfermedad se da en personas con edades comprendidas entre los 20 y los 40 años, lo que la convierte -después de los accidentes de tráfico- en la segunda causa de discapacidad en adultos jóvenes. Los principales síntomas de esta enfermedad suelen ser los trastornos visuales y la pérdida de sensibilidad en las extremidades junto con alteraciones urinarias, hormigueos, pérdida de fuerza o alteraciones cognitivas, por lo que es muy importante que si el paciente empieza a notar alguno de estos síntomas, acuda al neurólogo.

En cuanto al tratamiento, la SEN calcula que, actualmente, el retraso medio en el diagnóstico y tratamiento de la esclerosis múltiple es de entre uno y dos años. "Es básico apostar por mejorar los tiempos de diagnóstico porque hemos comprobado que el pronóstico, a medio y a largo plazo, de aquellas personas que han sido tratadas en las fases iniciales de la enfermedad mejora sustancialmente. Los fármacos actuales pueden cambiar el curso de la patología y prevenir la discapacidad", ha afirmado la doctora Moral.

Avances en el tratamiento

Gracias a los avances que se han producido en el campo de la resonancia magnética o la introducción de nuevas técnicas de diagnóstico y pronóstico, como la tomografía de coherencia óptica, en al menos un 40 por ciento de los pacientes con esclerosis múltiple, ya es posible corroborar la existencia de la enfermedad en sus fases iniciales.

"La resonancia magnética ha permitido ayudar a diagnosticar la enfermedad e incluso puede ser una prueba predictiva de su evolución, ya que se ha comprobado que el 90 por ciento de las personas que han presentado síntomas compatibles y que muestran ciertas anormalidades en la resonancia padecerán la enfermedad en los siguientes 14 años", ha apuntado la experta.

En la última década también se han producido grandes avances en el tratamiento de la enfermedad, con la aparición de fármacos más eficaces, más fáciles de administrar y con menos efectos adversos, que buscan controlar principalmente cuatro aspectos claves en la enfermedad: los brotes (episodios en los que los síntomas se manifiestan con mucha intensidad o aparecen nuevos síntomas), la actividad inflamatoria en resonancia magnética, la discapacidad y la pérdida de volumen cerebral.

Sin embargo, a pesar de los nuevos avances en los tratamientos y en el campo de la resonancia magnética, la detección precoz en esta enfermedad sigue jugando un papel muy importante. "Un diagnóstico temprano abre las puertas a un tratamiento adecuado y un mejor control de la esclerosis múltiple. El gran reto es que estos tratamientos y la investigación también lleguen a las formas progresivas, las más graves y complejas de tratar", ha afirmado la presidenta de Esclerosis Múltiple España, Ana Torredemer.