Abusar del alcohol en una noche de fiesta puede deparar algo más que la clásica resaca. Palpitaciones, fatiga o falta de aire son algunas de las sorpresas con las que se encuentran algunos jóvenes a la mañana siguiente de una velada de excesos. Se trata del bautizado como síndrome del corazón festivo o de fiesta, un trastorno cardíaco que provoca arritmias "típicas de gente muy mayor" en jóvenes sanos. "Generalmente este trastorno no supone nada grave, pero puede ser algo serio en pacientes con problemas valvulares", señala Plácido Mayán, médico de Urgencias del Hospital Universitario de A Coruña.

La principal característica del síndrome del corazón festivo son las arritmias, es decir, el ritmo cardíaco del paciente se ve alterado. "Los afectados por este trastorno sufren la arritmia denominada fibrilación auricular que, en realidad, es propia de gente muy mayor y no de jóvenes sanos", indica Mayán, quien añade: "Los síntomas más habituales son palpitaciones y fatiga, es una sensación muy desagradable".

Eso sí, no todos los que sufren este trastorno acuden al hospital. "Al ser síntomas que sólo duran 24 horas, hay pacientes que ni siquiera vienen a Urgencias , lo pasan solos en su casa", indica Mayán, quien reconoce que no es un trastorno muy habitual. Los afectados sufren palpitaciones, fatiga y sensación de falta de aire tras el consumo abusivo de alcohol.

Quienes deciden pedir ayuda médica pasarán unas horas en el centro hospitalario, hasta que los especialistas controlen su ritmo cardíaco. "Hay que esperar a que finalice la arritmia y es posible que necesiten fármacos para regular el ritmo", indica este urgenciólogo.

El consumo abusivo de bebidas alcohólicas en un breve periodo de tiempo está detrás de que una patología cardíaca propia de ancianos afecte a personas jóvenes. Cuando el afectado no sufre ninguna cardiopatía previa, el síndrome se queda solo en un susto.

Quienes padecen algún problema vascular pueden sufrir alguna consecuencia más grave. "Se sabe que el alcohol afecta al corazón aunque generalmente las consecuencias son más a largo plazo", indica Mayán, quien añade: "El abuso de bebidas se vincula con la aparición de cardiopatías, acelera la aparición de demencias y en el caso de alcoholismo crónico afecta también al hígado".