Pese a las múltiples evidencias médicas y científicas de que el contacto de los niños prematuros con sus madres mejora su salud, sólo el 31 % de los hospitales españoles respetan este principio básico de permitir que madres e hijos permanezcan unidos en las unidades de neonatos.

Al restringir el acceso de los padres a estas unidades, los hospitales no sólo comprometen la salud de los recién nacidos y contradicen las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sino que "desoyen las leyes que garantizan el derecho de los niños a estar con sus padres".

Así se asegura en el informe de "El parto es nuestro", una asociación sin ánimo de lucro, formada por usuarios y profesionales, cuyo objetivo es velar por los derechos de los recién nacidos y mejorar su atención hospitalaria.

Avalada por la evidencia científica, la OMS recomienda que las Unidades Neonatales cumplan tres premisas: permitir el acceso a los padres las 24 horas del día; los cuidados de madre canguro o "piel con piel"; y la lactancia a demanda.

Tras analizar la situación de las 256 Unidades Neonatales de los hospitales españoles (públicos y privados), el informe refleja que el 70 % incumple las recomendaciones de la OMS, a las que el Ministerio de Sanidad se ha adherido, y detecta "enormes" diferencias entre comunidades autónomas.

Así, hay cinco regiones (Castilla-La Mancha, Castilla y León, Galicia, Navarra y La Rioja) donde ningún centro cumple con las recomendaciones de la OMS y sólo una, Aragón, donde las acatan las mitad de los centros.

Diferencias entre la sanidad pública y la privada

La restricción del acceso a los padres es mayor en la sanidad privada, ya que el 35 % de los centros que cumplen las tres recomendaciones son públicos frente al 23 % privados.

Por desgracia, según el documento, el sistema sanitario "muchas veces no contempla" que "el par madre-bebé es inseparable" y que, desde el punto de vista médico, es un "grave error" tratarlos de forma independiente.

El propio Ministerio de Sanidad reconoce que la mitad de los centros públicos separan a la madre y al recién nacido y que, en el caso de una cesárea, la separación se hace por norma "a pesar de que el 'piel con piel' tras el parto es una de las principales recomendaciones", insisten los expertos.

Muchos centros sanitarios todavía no han incorporado esta práctica que consiste en que el bebé esté en contacto físico con la madre tanto tiempo como sea posible.