Una vez más, la Fiesta Nacional reunió a la familia Real y en el centro de todas las miradas, Leonor, la primogénita de Felipe VI y Letizia, quien ayer siguió atenta y relajada junto a su hermana, la Infanta Sofía, el desfile militar en el paseo de la Castellana. Ambas dan muestras de que lo disfrutan. Ya suman seis años de asistencia, desde 2014, al mismo.

Lo que es cierto es que a menos de una semana del debut principesco en los Premios Princesa de Asturias y en los que se espera con gran expectación el primer discurso de Leonor, ambas hermanas dieron muestras ayer de disfrutar relajadas del desfile militar. Eso pese al susto llevado con el accidente del paracaidista, el cabo Luis Fernando Pozo, que quedó enganchado a una farola en la Castellana. Las hijas de los Reyes y estos lo saludaron al término del acto al militar, visiblemente contrariado por lo ocurrido y le dieron ánimos y le aplaudieron.

La Reina Letizia, que no da puntada sin hilo, se decantó por un total look en rosa a juego su primogénita, muy favorecida con tul y bordados. En esta ocasión, la aguja de Felipe Varela sorprendía con un delicado vestido de corte completamente romántico. No es de extrañar que ante el rosa talco y la falda de tul, Letizia haya elegido un peinado acorde, y como no, sorprendía con un moño de bailarina, algo abultado y desenfadado, dejando sueltos algunos mechones tanto en la parte delantera como en la nuca. Sus salones de Steven Madden destalonados en talco y vinilo, y que también tiene en negro, completaban su look.

Sobre el traje de la Princesa, también en rosa talco, no faltó el Toisón de Oro que el Rey le otorgó hace un par de años en lo que fue su primer y relevante acto público como heredera. Luego llegaría el segundo, con su primera visita oficial a Asturias -en septiembre de 2018 en Covadonga- y la lectura de la Constitución en diciembre. Sofía llevó un vestido de corte y tela (tweed), similares al de su hermana, pero en azul celeste a juego, según los especialistas, con la banda de la Orden de Carlos III del Rey Felipe. Ambas calzaron bailarinas.

No pasó desapercibido para los cronistas el gran estirón y cambio que han dado las hijas de los Reyes en los últimos tiempos, ya lejanas de la infancia y en pleno tránsito a la adolescencia. Se nota por su saber estar, comportarse, posar para los medios. Pero ayer hubo otro detalle más, que muchos atribuyen a la coquetería incipiente de su edad: el pelo. Atrás han quedado sus lisas melenas rubias, con una infantil trenza en ocasiones. Esto ha sido sustituido por el pelo suelto, con ligeras ondas surferas, que están de moda.

Ningún detalle que rodea a las hijas de los Reyes pasa desapercibido, menos en el caso de Leonor, cuya presencia pública es de esperar que crezca a partir de ahora como síntoma de la salud y fortaleza de la monarquía y de que la maquinaria constitucional funciona según lo previsto.

La próxima aparición de la Princesa será pues el próximo viernes con motivo de la entrega de los Premios Princesa de Asturias. Leonor, que cumplirá 14 años el día 31 de octubre, dará su primer discurso oficial en Oviedo, durante la ceremonia de entrega de los premios. En todo momento estará acompañada por sus padres y por su hermana Sofía, de 12 años. También el Rey ofreció su primer discurso en público en estos premios un lejano octubre de 1981.

Sus padres, los Reyes, afrontan la cita de forma especial. Y es que al gran paso en la vida pública que va a dar su hija mayor, heredera de la Corona cambiará su precepción pública, ya que exposición hasta ahora ha sido muy limitada y medida, y su infancia ha estado prácticamente blindada.

Un día completo que terminó con la recepción de los Reyes a los políticos en el Palacio Real. No asistió la más esperada quizás de la jornada, la cantante Malú, pareja del dirigente de Ciudadanos, Albert Rivera. En las redes sociales se buscó el motivo de su ausencia y se especula con un incipiente embarazo de la artista.

En el Día de la Hispanidad se estrenó la mujer del líder de Vox, Santiago Abascal, la bloguera e "influencer" Lidia Bedman, quien siguió el desfile militar muy cerca de la psicóloga Isabel Torres, esposa del dirigente del PP, Pablo Casado, más habitual en los actos institucionales que la primera.

Otro que debutó fue Jairo Alonso, director de marketing y peluquero, que es discreta pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien se estrenó en la recepción del Palacio Real en tal cargo. Junto a Pedro Sánchez, el presidente en funciones de España, estuvo Begoña Gómez. Ambos cumplieron este año a raya el protocolo tras la confusión en la recepción de 2018, cuando tras saludar a los Ryes se quedaron erroneamente a su lado.