Las enfermedades de la piel constituyen el 40 por ciento de las dolencias profesionales notificadas en la mayoría de países de la UE. Y es que la piel tiene un papel muy importante de protección frente a agentes agresivos externos, regulando funciones inmunológicas, y en definitiva participando activamente en una correcta homeostasis o equilibrio. La doctora y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), Paloma Cornejo, explica cuales son las principales patologías dermatológicas que sufren las mujeres y cuál es el tratamiento a seguir en caso de padecerlas.

Acné

La doctora Cornejo indica que el acné es una patología que no solo afecta a los adolescentes, ya que adultos hasta los cuarenta años pueden sufrirlo, siendo más frecuente en estos casos en la mujer.

El espectro clínico del acné puede oscilar entre pequeños comedones no inflamados hasta pústulas y pápulas e incluso quistes profundos y dolorosos que pueden dejar cicatrices. Por ello, la especialista incide en que "es extremadamente importante que el manejo del acné se realice por el dermatólogo, ya que no es una patología banal que se elimine fácilmente con una crema y un jabón, si no que muchas veces hay que descartar patología hormonal asociada como es un síndrome del ovario poliquístico que requerirá de tratamiento oral".

En el tratamiento del acné se hace hincapié en la alimentación, los factores desencadenantes como una cosmética inadecuada o un anticonceptivo de efecto androgénico, pautando un tratamiento en función de la gravedad del caso. El uso de los antibióticos está muy limitado debido a la aparición de resistencias siendo más eficaces los anticonceptivos de efecto antiandrogénico, ya que los andrógenos aumentan la secreción del sebo.

En cambio, en casos más severos, se pautará isotretinoina, fármaco que goza de mala prensa pero realmente eficaz si se maneja bien. No obstante, la especialista insiste en que la tendencia actual es recomendarlo a dosis mucho más bajas durante más tiempo para minimizar los efectos adversos. Eso sí, con un compromiso de anticoncepción por parte de la paciente.

Rosácea

Una enfermedad inflamatoria de la piel que afecta a la región centrofacial en forma de enrojecimiento, pápulas y pústulas con sintomatología de ardor y tirantez y con una gran intolerancia a muchos cosméticos. Con el paso de tiempo, al rojez se hace crónica y pueden aparecer incluso vasos visibles.

Esta es una de las patologías más difíciles de tratar y en la que el dermatólogo es clave. El tratamiento puede ser tópico, oral y la dermocosmética puede convertirse en tu aliada o en tu mayor enemiga desencadenando brotes. Por lo que son pacientes que necesitan un asesoramiento profesional.

En los últimos años la aparición de la ivermectina tópica ha supuesto un avance al tratarse de un fármaco eficaz, seguro y bien tolerado. Además, la brimodinina, otro fármaco, puede ser útil para disminuir el enrojecimiento del área afectada, pero no modifica la enfermedad. Por este motivo, es preferible la utilización de técnicas como de láser y luz pulsada.

Melasma

Se trata de una pigmentación simétrica en la región facial que aparece en las mujeres en edad fértil. Por este motivo está relacionada con los estrógenos aunque el desencadenante es el sol. La ingesta de anticonceptivos y el embarazo son causas clásicas, pero hay un gran porcentaje de mujeres que no tienen estos antecedentes y lo sufren.

Esta patología es "uno de los caballos de batalla en las consultas", según lo ha indicado la doctora. La prevención es vital con el uso de una fotoprotección continuada. Recientemente se ha observado que son útiles los protectores que además tengan de filtro UVB, filtro UVA, y hasta de radiación visible. Cornejo incide en que esto lo cumplen mejor los filtros físicos como el dióxido de titanio.

Como tratamiento, además de los despigmentantes tópicos en el que la hidroquinona sigue siendo el ingrediente principal, los 'peelings' específicos son de gran utilidad, aclarando en más de un 70 por ciento la pigmentación y, actualmente, un nuevo ingrediente, el ácido tranexámico se ha visto eficaz para reducir la tendencia a pigmentarse, ya que evita la transferencia de la melanina desde el melanocito al queratinocito y puede tener un papel preventivo. Eso sí, siempre con prescripción médica.

Alopecia

Es otra de las causas fundamentales dermatológicas más frecuentes en la caída del pelo, especialmente después de la menopausia debido a la alteración estrógenos y andrógenos a favor de estos últimos.

Una de las grandes novedades en esta patología es la aparición del Dutasteride como una alternativa efectiva y segura en alopecia androgénica, tanto masculina como femenina. Se trata de un inhibidor de la 5-alfa reductasa más potente que el finasteride y se pude utilizar de forma oral, inyectada en forma se mesoterapia o en forma de loción.

En el caso de usarse en mujeres pre-menopáusicas este tipo de tratamientos requiere de anticoncepción, asegura la Doctora. Asimismo, confirma que en los últimos años se están investigando fármacos antagonistas de la prostaglandina PGD2, que tiene un efecto inhibitorio sobre el crecimiento capilar, para combatir la alopecia androgenética.

Además, Finasteride y Dutasteride también se han mostrado eficaces en la alopecia frontal fibrosante, una alopecia cada vez más frecuente en la que el cabello se cae debido a un proceso inflamatorio que lo sustituye por tejido cicatricial.