Con los Globos de Oro acaba de dar comienzo oficialmente la temporada de los grandes premios. Los galardones de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood que homenajean al cine y la televisión reunieron a lo más granado en su red carpet en la que reinaron los colores pastel y el plata gracias a los looks de Emma Stone y Michelle Williams y nos sirvió como aperitivo de lo que veremos próximamente en los Oscar.

Una de las llegadas más esperadas al hotel Beverly Hilton de Los Ángeles, donde se celebró la gala que condujo Jimmy Fallon, fue Blake Lively, que ya había calentado motores horas previas en su Instagram mientras se preparaba para la gala. La actriz estaba espectacular y muy elegante con un vestido de terciopelo negro cut out con detalles dorados que firmaba Atelier Versace y que era el equilibrio entre la sensualidad y la sofisticación. La actriz rivalizó en estilo con Amy Adams, que derrochó glamour con un modelo negro cuajado de lentejuelas de Tom Ford, y Michelle Williams, que confió una vez más en Louis Vuitton con un vestido con hombros al descubierto.

El premio a mejor actriz de comedia o musical recayó en Emma Stone por su papel en’La ciudad de las estrellas’ (La La Land). Antes de que se celebrara la gala, ya se rumoreaba que podría estar entre las ganadoras, por eso escogió con mucho mimo su look: un Valentino Couture en rosa pastel con efecto degradado y pedrería. Esa línea 'soft' también la siguieron Lily Collins, que se atrevió con un Zuhair Murad con tul con el que parecía una muñeca, Felicity Jones, que escogió el rosa para su Gucci con detalles plateados en cuerpo y falda, Zoe Saldana, con un modelo con volantes y escote de pico y Claire Foy que presumió de moda británica fuera de sus fronteras con un vestido de paillettes de Erdem con mangas jamón y un cinturón para resaltar la figura.

Los tonos metálicos han sido otro de los triunfadores de la noche y lo llevaron como mucho estilo por la alfombra roja Naomi Campbell con un impresionante Versace con acabado morado, Sarah Paulson, muy recatada con un modelo en manga larga, Tracee Ellis Ross con un palabra de honor de largo midi, Naomie Harris de un Armani Privé tubular, Millie Bobby Brown con una creación palabra de honor de Jenny Packham y zapatos de Sophia Webster y Nicole Kidman que no acertó con su McQueen con hombros al descubierto y manga larga que recordaba al Monique Lhullier de Drew Barrymore, pero éste mucho más sofisticado.

El wedding style también estuvo presente en los looks de Sarah Jessica Parker, que se enfundó un Vera Wang, una de sus diseñadoras favoritas, con mucho volumen, Gillian Anderson, con vestido de tul con escote halter, y Sienna Miller, que se decantó por un modelo cut out de manga corta con un toque playero, muy en la línea de su moño desenfadado.

Natalie Portman volvió a demostrar por qué es una de las mujeres con más estilo del mundo: estaba espectacular con un Prada vintage amarillo con detalles plateados con el que disimuló su tripita de embarazada. En amarillo también tiñó los vestidos de Reese Witherspoon, que presumió de piernas con un modelo de Atelier Versace con abertura a lo Angelina, Emily Ratajkowski que optó por un Reem Acra, Maisie Williams con un vestido sin mangas y con cola y Kerry Washington con un Dolce & Gabbana Couture de largo midi.

En una noche en la que los vestidos cortos prácticamente brillaron por su ausencia a pesar de que Heidi Klum llevó con mucho estilo un J. Mendel en black & white, y apenas se vieron estampados, las flores salpicaron los looks, aunque con estilos completamente antagónicos, los vestidos de Jessica Biel, que confió en Elie Saab con un diseño con cuerpo negro y gran escote y falda con volumen en tonos grises y Jessica Chastain, con un modelo de Prada azul cielo.