Viaja el Academia Octavio a Cuenca y el viaje ya es parte del partido. "Parada obligada del conductor, ya sólo quedan 5 horas de nada", escribe Pablo Cacheda en su cuenta de Twitter. Largo desplazamiento del que no participan Fran González, por lesión, y Germán Hermida, por estudios. Jabato ha mejorado de sus dolores. El Globalcaja Ciudad Encantada se eleva en el horizonte como seria amenaza. Los rojillos galopan sobre el asfalto con esperanza.

Domínguez relata la dificultad y la convicción: "El Ciudad Encantada está muy bien. Tiene opciones de meterse en la Copa Asobal. Si ya es un rival complicado, lo será más con esta motivación extra. Pero creo que es un partido accesible. Si nosotros estamos bien, podemos jugarles de tú a tú".

El Globalcaja, que Equiosain pastorea desde que se trasladó desde el Portland de sus glorias, ha surgido como beneficiado de entre el polvo de la crisis. Mientras la vieja burguesía se desmorona, caso del Valladolid, los conquenses imperan en su arribismo. Son quintos, codeándose con Naturhouse y Ademar.

Globalcaja y Octavio, o sea, compiten en universos diferentes. Y sin embargo, los académicos tienen razones que alientan su impertiencia y que el propio Equiosain detalla: "Su forma de jugar no nos va y esto nos obligará a esforzarnos al máximo. Por algo sólo le hemos ganado una vez en sus últimas visitas".

El triunfo local se produjo en marzo de este año por 27-26 y remontando. Ya entonces, se lo oyó Domínguez, habló el anfitrión de cómo el juego dinámico, de constantes cruces y cambios de dirección, se le atraganta a los suyos. "Ojalá sigan sufriendo", desea el pontevedrés, que afronta sus propias tareas: "Tenemos que frenar a su primera línea, que es poderosa en las penetraciones. Ahí estará una de las claves".

Octavio cerrará después el año y la primera vuelta el sábado, en casa y ante el Huesca, que sí es un rival directo en la pelea por la permanencia. Quizás una tentación para dejarse ir en Cuenca. Quique lo descarta. "Es una de mis limitaciones. En cada partido intento ganar", bromea y después explica que el esfuerzo no es tanto: "Solo quedan dos jornadas antes del descanso navideño. Están muy juntas, pero es para todos los equipos. Es cierto que después tendremos en casa un partido en el que posiblemente tengamos más opciones. Pero si ganamos en Cuenca también nos ayudaría a crecer en ese choque, porque nos supondría un refuerzo".

La escuadra roja alcanza la decimocuarta jornada a tres puntos del ARS Palma, que cierra la zona de descenso. En este instante del camino, Domínguez apunta: "La lógica indicaba que debíamos estar donde estamos. Podríamos llevar dos o tres puntos más. Pero la igualdad es máxima y cada punto nos ha costado mucho sufrimiento y esfuerzo. Estamos donde nos toca y podemos mejorar en estos partidos que nos faltan antes de acabar el año".