¿Te planteas sacar a pasear a tu gato? Esto es lo que debes saber antes de salir a la calle con tu felino

Las calles están ocupadas por los seres humanos (y en segundo lugar, los coches), pero también hay otros habitantes que se pasean por ellas: los animales.

Concretamente, los perros son la mascota por excelencia que se deja ver en el exterior, en parques y avenidas, y su presencia incluso está permitida en cada vez más establecimientos comerciales y cafeterías.

Pero si hay otra especie que preside el podio de los animales de compañía seguida del perro, esos son los gatos. Sin embargo, su presencia en las calles no es nada habitual.

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Los felinos son animales más caseros, a los que asociamos normalmente con siestas de largas horas en el sofá o juegos por el pasillo de casa. Esto no quiere decir que no puedan disfrutar del exterior; de hecho, cada vez más personas se están atreviendo a salir a pasear con sus 'mininos'.

Cómo salir a pasear con tu gato

Los gatos tienen un comportamiento muy diferente al de los perros. Normalmente (aunque por supuesto existen excepciones), estos animales son más independientes y huraños y marcan mucho sus tiempos. Por eso, el hecho de salir a pasear con ellos puede sonar como algo descabellado de buenas a primeras.

Si has decidido que quieres sacar a pasear a tu gato, lo primero que debes hacer es armarte de paciencia y plantearlo como un proceso tal vez lento, que requiere que el animal se adapte y se sienta cómodo.

En primer lugar, los gatos no utilizan correa atada al cuello, sino un arnés que le sujeta por la zona de las patas delanteras y una cuerda que parte desde la espalda.

Debes probar a colocárselo con cuidado en casa y dejar que se pasee con él puesto. Con unos minutos al día podría ir funcionando.

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Cuando el animal se haya adaptado a este complemento, toca hacer la primera incursión al exterior. Por supuesto, nada de lugares con grandes aglomeraciones y sobre todo, donde no haya otras mascotas, porque podría alterar mucho al gato y convertir el paseo en una auténtica pesadilla.

Ya en ese espacio tranquilo, deja que el gato olisquee y explore a su gusto el entorno. Y no te olvides de un elemento esencial: los premios. Lleva contigo alguna chuche especial para negociar con tu felino.