La ciencia lo confirma: los perros nos escuchan cuando hablamos (y entienden ciertas cosas)

Así se desprende de un nuevo estudio de las Universidades de Lincoln y Sussex y Jean Monnet, que aporta un hallazgo sorprendente sobre la capacidad de estos animales

Perro atento.

Perro atento. / Envato

¿Los perros nos escuchan cuando mantenemos una conversación delante de ellos? ¿Entienden algo de lo que decimos? Aunque la respuesta afirmativa a estas preguntas puede resultar obvia para quienes tienen mascota (ya que suelen afirmar que 'solo les falta hablar'), los últimos hallazgos de la ciencia lo demuestran.

Un nuevo estudio relizado por expertos en comportamiento animal y cognición de mamíferos de las Universidades de Licoln y Sussex y la Universidad Jean Monnet, recogido por Europa Press, muestra cómo los perros podrían comprender el habla humana mucho mejor de lo que pensábamos.

Los investigadores analizaron si los perros pueden identificar espontáneamente contenido significativo en una secuencia de habla irrelevante y pronunciada de forma monótoma. Es decir, sin estímulos concretos y exagerados como los que solemos realizar para dirigirnos a nuestros canes.

Un resultado sorprendente

El estudio probó este experimento con un grupo mixto de perros de diversas razas y, sorprendentemente, respondieron consistentemente a las órdenes.

De esta forma, se demostró que los perludos tienen capacidad para extraer contenido verbal significativo de lo que didcen los humanos.

«Los perros entienden que decimos su nombre para llamar su atención y esto casi siempre se acompaña de un registro de voz alegre, similar a la de un bebé, porque lo prefieren», explica la doctora Holly Root-Gutteridge, investigadora del estudio, «descubrimos que los perros podían encontrar su nombre sin problema cuando se les presentaba de forma monótona y sepultado en un torrente de habla irrelevante, lo que demuestra su capacidad para escucharnos».

Además, la experta detalla que los perros «prestaban a esas palabras familiares aproximadamente el mismo grado de atención que a las palabras sin sentido pronunciadas con la voz alegre del DDS (habla dirigida al perro), pero menos que si emparejábamos su nombre con la voz del DSS».

Es decir, si decimos las palabras que más le suenan, como su propio nombre, con una entonación más exagerada, las reconocerán con más atención. Con todo, se ha demostrado que nos escuchan constantemente y no es imprescindible usar el DDS.

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