Sistema Presvet

La viguesa que 'resucitó' a Bimba de una muerte segura se rebela ante la ley: «Tengo que ir a otro país para salvarla»

En el día en el que unas cien veterinarias de la provincia se manifiestan contra la regulación de fármacos, Eva Redondo alza la voz por la perra que adoptó cuando estaba moribunda y a la que ahora le niegan medicación

Bimba, en octubre de 2023 (izqda.) y Bimba, hoy (dcha.).

Bimba, en octubre de 2023 (izqda.) y Bimba, hoy (dcha.). / Cedida

Marta Clavero

Marta Clavero

Este miércoles, entre las 10 y las 12 horas, los veterinarios de 90 clínicas de la provincia de Pontevedra se concentrarán delante de la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra para mostrar su malestar por la reciente entrada en vigor de algunos de los puntos del Real Decreto 666/2023 que regula la dispensación, prescripción y uso de ciertos fármacos para mascotas.

El Comité de Crisis Veterinario pide una «ley justa» del medicamento en el marco de la Unión Europea, con un calendario de movilizaciones que arranca este 26 de marzo, con concentraciones de clínicas y propietarios de animales en todas las delegaciones y subdelegaciones del gobierno del país.

En FARO ya hemos abordado algunos casos graves de la aplicación del llamado sistema Presvet, como el de la muerte de Selva, una perra que se convirtió en la primera víctima de este nuevo marco regulador.

Fue el grupo veterinario Adrisa, con sede en Galicia, el que denunciaba el pasado 15 de febrero este caso fatal vinculado al nuevo real decreto, por el que una Jack Russell de 9 años fallecía a causa de una sepsis.

En las últimas horas, una joven viguesa se ha puesto en contacto con el diario decano para contar su caso e intentar ayudar a su perra Bimba, cuya salud está en peligro por este nuevo marco normativo que en su día condenó a Selva. Lo más paradójico es que esta peluda ya estuvo a punto de morir hace menos de dos años, cuando la que ahora es su dueña la encontró en condiciones deplorables: desnutrida, media desvanecida, deshidratada, y con una profunda herida en el cuello, fruto probablemente de la retirada sin miramientos de su chip identificativo.

Eva Redondo la halló en Chan da Arquiña, en la parroquia moañesa de Domaio y la llevó a su casa donde le dio los primeros auxilios. Solo un año y medio después, Bimba parece haber resucitado, como muestran las imágenes que nos ha remitido su dueña, que ahora teme que un nuevo revés eche por tierra el esfuerzo de estas dos guerreras por salir adelante.

Bimba, en la actualidad.

Bimba, en la actualidad. / Cedida

«Mi perra Bimba es un claro ejemplo de lo absurdo que es esta ley sobre el uso de antibióticos en veterinaria. Aunque la intención es frenar la resistencia a los antibióticos, en la práctica está dejando sin tratamiento a muchos animales que lo necesitan para sobrevivir». Así abre Eva esta misiva en la que entra en detalles sobre la enfermedad que padece su perra:

«Bimba tiene babesiosis, una enfermedad transmitida por garrapatas. La rescaté en 2023 tras haber sido abandonada en el monte. Su historia se hizo viral, y gracias a la ayuda de muchas personas, incluyendo una publicación vuestra en octubre de 2023, pudo recibir tratamiento con Imizol para eliminar el parásito y varias transfusiones de sangre. Posteriormente, una analítica de anticuerpos dio negativo en Babesia, pero resultó ser un falso negativo. El parásito quedó acantonado en su bazo, dormido, y si se reactiva, podría ser mortal».

Cuenta Eva que hace poco, cuando Bimba se sometió a una intervención quirúrgica, se le detectó esplenomegalia: «Le realizamos una PCR y confirmó la presencia de Babesia. La única opción para erradicarlo es un tratamiento combinado de atovacuona (usado contra la malaria) y azitromicina, que ha demostrado ser efectivo», asegura la viguesa, que centra ahí el 'quiz' de la cuestión.

Y es que la nueva normativa prohibe a los veterinarios la prescripción de los fármacos que necesita. «No le pueden recetar el tratamiento sin un cultivo previo, algo inviable en el caso de Bimba porque ella no tiene una infección activa. Es decir, se exige una prueba que no se puede realizar, bloqueando el único tratamiento que podría salvarla antes de que la enfermedad se reactive y sea demasiado tarde; tendría apenas unos días de vida si eso ocurre», advierte Eva que detalla, además, que «el Imizol ya no es efectivo para ella, y ni siquiera las transfusiones de sangre podrían salvarla. Pero la ley me impide administrarle el único tratamiento que podría darle una oportunidad. ¿Quién se hará responsable entonces?», se pregunta.

Cruzar la frontera

La viguesa confiesa estar «desesperada», pero hará lo que sea necesario por salvar a Bimba, como ya lo hizo en 2023, de ahí que se plantee hacerse con el antibiótico en una clínica veterinaria portuguesa: «No me queda más remedio que acudir a otro país para salvar a mi perra; la normativa actual me deja sin opciones», confiesa.

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