Inspirados en su sistema de automóviles Active Noise Control, los ingenieros de Ford han diseñado una caseta para perros con cancelación de ruido que sirve como refugio para protegerlos de los fuegos artificiales y los petardos.

La 'caseta tranquila', como ha sido bautizada, combina el control de ruido activo con paneles de cancelación de sonidos para reducir el estruendo de los petardos a un nivel que no perturbe la audición de los perros y, por tanto, no se desencadene una situación de estrés y ansiedad en el animal.

El invento, que aún se encentra en fase de prototipo, funciona gracias a unos micrófonos situados en el exterior de la caseta. Estos captan el ruido que emiten los fuegos artificiales y lo transforman en una frecuencia opuesta que lo anula casi por completo.

Por otro lado, las paredes y el tejado están fabricados con materiales aislantes, similares a los que se utilizan en los auditorios o las salas de cine, favoreciendo que se reduzca aún más el sonido que proviene del exterior.

El resultado es un refugio más silencioso y tranquilo que favorece el bienestar el perro y su tranquilidad ante unos ruidos para los que una gran mayoría no reconocen como sonidos de la naturaleza, sino como amenaza.