Sergio Dalma, que en 2014 cumplirá 25 años de carrera, se aleja de la canción melódica, para hacer un disco versátil estilísticamente hablando y profundizar más en las historias que canta. El cantante de Sabadell hace balance de su carrera y reconoce el daño que este Gobierno está haciendo a la cultura.

-¿Cree que el sonido y la producción de este nuevo trabajo sorprenderán positivamente a sus fans más tradicionales?

Eso espero, pero yo he venido a decir que uno tiene que amoldarse, conforme va cumpliendo años, a su público natural. He grabado el disco que se espera de alguien en plena madurez musical, de un cantante que tiene 49 años. Y, sobre todo, cuando uno viene de cantar esas bellísimas melodías de ´Vía Dalma I´ o ´Vía Dalma II´. Mi obsesión era para este disco cantar grandes canciones que hemos tenido mucho tiempo para buscar el repertorio adecuado.

-Sin embargo, lo ha titulado con el nombre de una calle italiana, lo que hace suponer que su vinculación con la música de este país sigue estando presente.

Lo titulé con el nombre de una calle porque, como digo yo, seguimos callejeando. Es la calle de Milán donde está ubicado el estudio de grabación y el primer disco que se grabó allí fue, precisamente, ´Vía Dalma I´. El hecho de trabajar con Claudio Guidetti durante tres años, nos hizo enfrentarnos con más ilusión a un disco inédito. Como es evidente, ha habido una influencia de la música italiana en mi carrera.

-¿Por qué ha publicado también un disco enteramente de canciones en catalán?

En realidad eso ha sido un invento de mi anterior compañía. No es que yo sea muy partidario de que se hagan ese tipo de proyectos porque creo que es una forma de medio engañar a la gente porque si ya son canciones que se han publicado en otros álbumes es una forma de provocar a la gente para comprar un disco cuando realmente ya lo tienen.

-Lo cierto es que tiene un puñado de clásicos en castellano.

Hoy en día uno tiene la sensación de que todo pasa deprisa y se quema todo muy rápido. Por eso, el que tus canciones se conviertan en clásicos y en estándares yo les doy muchísimo valor, y que además sea del agrado de un público muy amplio. Creo que he tenido mucha suerte con los autores que me han ofrecido sus canciones que luego se han convertido en éxitos. Pero es muy admirable haber tenido un público que siempre ha estado a mi lado, porque mi público natural es aquel que empezó siendo adolescente, y que sigue estando ahí, pero ahora, con discos como, curiosamente, ´Vía Dalma´, que tenía algunas canciones muy antiguas, hay gente joven que se ha enganchado y se ha sumado. Eso es lo más importante que le puede ocurrir a un músico.

-¿Tiene algún método especial para conservar esa voz ?

Lo ideal es descansar mucho, cosa que ahora con la promoción es imposible porque tienes que acudir a todos lados. Tampoco soy una persona obsesiva, pero sí intento lógicamente descansar bastante porque la voz requiere eso: descanso y alimentarte de una manera más o menos equilibrada.

-¿Hay algún álbum que, a nivel personal, destacaría especialmente de su discografía?

A veces pasa que, como músico, grabas un disco que se convierte en tu favorito porque cubre el reto que te proponías, pero que luego el público no comparte como tú esperabas. Yo tengo un disco como ´Historias normales´, que ha sido uno de los menos vendidos de mi carrera, pero que a nivel musical a mí me encanta. A veces pasa esto, que quieres hacer un proyecto que no es tan comercial como otro pero que a ti no te llena.

-Cada vez se rodea de menos músicos en sus conciertos.

Porque los números si no, no salen, y yo creo que lo importante es llevar una buena base de músicos que además llevamos muchos años juntos. Incluso no descarto en un futuro más lejano pueda hacer algo más a capella con menos instrumentos. De hecho, a veces hacemos actos puntuales en plan promoción para alguna radio a piano y voz o guitarra, piano y voz, y uno lo disfruta de una manera muy especial porque es una forma diferente de interpretar.

-Lleva 16 discos publicados. Creo que ha mantenido la regularidad en estos casi 25 años.

Sí, yo creo que es un buen balance. Ha habido momentos en que quizás necesitaba un mayor apoyo por parte de la casa discográfica y en los que a lo mejor me he sentido más solo. Pero cuando uno cree en lo que hace y es un buen trabajador tiene que llegar todo.

-¿Y rememoraría algunos de esos momentos duros?

Pues sí. Por ejemplo, eso ocurrió en el momento en que di un salto a una multinacional por primera vez. Yo esperaba más de ellos, llegar a un mercado de Latinoamérica que más o menos intentamos conseguir con la primera compañía, pero me mantuvieron un tiempo ausente. Y es lo que estamos intentando recuperar con Warner, que mi trabajo esté enfocado a un mercado más latinoamericano.

-¿Qué le parecen las medidas que está tomando este Gobierno con respecto a la cultura?

Nefastas. Este Gobierno no cree en la cultura. España es uno de los peores países de Europa en la subida del IVA y eso demuestra que se quieren cargar esto. Nos lo están poniendo muy complicado. Es algo terrible para nosotros. Y lo más triste es que hacen oídos sordos a estas quejas.