Julián López «El Juli» (Madrid, 1982) es ya un fenómeno de masas. Encabezó varios años el escalafón antes de reducir su número de festejos y visitar cada vez más su finca extremeña, donde asegura disfrutar especialmente del campo, los caballos y su nueva ganadería. En su trayectoria, en los tendidos, ha visto de todo: entendidos y no tanto. «Hay personas que son grandes aficionadas y otras no tanto pero que buscan disfrutar de una buena tarde de toros, para lo que no hay porque ser un gran entendido si las cosas salen bien», sostiene.

-¿Qué se siente al salir a hombros, como le sucedió en la segunda de feria del pasado año en Pontevedra?

-Salir a hombros es el resultado de plasmar en el ruedo una faena que haya emocionado al público y suele ocurrir cuando he podido expresarme y sentir el toreo y es lo que ocurrió el año pasado.

-Asegura que acostumbra a visitar las ciudades en las que torea ...

-Me gustaría visitarlas más, pero la mayoría de las veces vamos con la agenda muy justa. Solemos llegar de madrugada de alguna otra feria y, por lo general, viajamos nada más terminar el festejo, por lo que no solemos tener tiempo. Pero por supuesto he tenido ocasión de conocer Galicia y concretamente Pontevedra. Es una ciudad maravillosa rodeada de muchos lugares con un encanto especial. Y por supuesto, con una gastronomía excelente.

-¿Qué balance hace por el momento de su temporada?

-Ha sido una temporada con muchas cosas positivas, como la tarde del domingo de Resurrección de Sevilla, pero que por desgracia ha tenido otras algo más negativas, como la cornada en esa misma plaza. Aún queda mucha temporada por delante?

-Desde su fundación apoya a jóvenes aspirantes a figura ¿recuerda lo que usted sentía en su situación, en el arranque de su carrera?

-Hay muchos jóvenes que sueñan con llegar a ser figura del toreo y por ese motivo se creó la fundación, promocionando la fiesta entre los más jóvenes, donando trastos para subastas, regalando entradas, financiando la escuela?. Además la fundación está muy involucrada en la ayuda de los más necesitados, colaborando con diversas ONG en proyectos solidarios, como los que realiza mi Peña de Mont de Marsan, en Guatemala, donde cubrimos necesidades básicas de seres humanos. Todo gracias por supuesto a la ayuda del aficionado.

-¿Confía en el futuro de la fiesta, a pesar de las polémicas y prohibiciones?

-Si, creo que tenemos que centrarnos en crear afición entre niños y jóvenes y por eso estoy centrando todos mis esfuerzos en ellos, impartiendo clases de toreo de salón a niños y jóvenes o ayudándoles económicamente a la hora de comprar entradas. Creo que el futuro son ellos y si no promovemos la fiesta entre ellos, poco futuro habrá para los toros.

-¿Y a pesar de la crisis, que ha provocado importantes reducciones en el número de festejos?

-Me preocupa mucho la situación de crisis que estamos viviendo ya que está teniendo consecuencias muy negativas en todos los sectores y obviamente el mundo del toro también está viéndose afectado. Se han reducido festejos en muchas ciudades y el número de localidades vendidas ha disminuido, pero también es cierto que las ferias más importantes están manteniéndose bastante bien y buen ejemplo de ello es Huelva y la apuesta de sus empresarios por configurar grandes carteles.

-Ha crecido, literalmente, en los ruedos. ¿Le gustaría que sus hijos siguiesen su ejemplo?

-Ser torero es una de las profesiones más difíciles que hay. En ella muchos no llegan a nada y eso después de un gran esfuerzo. Siempre he dicho que les apoyaré y respetaré sus decisiones, pero como padre, me gustaría más que fuesen aficionados desde la barrera, aunque por supuesto si es su decisión, la respetaré.

-Con los años, ¿se gana experiencia y se pierde miedo o ambas se crecen?

-Siempre se tiene miedo y creo que la experiencia crece con el tiempo y con la madurez.

-¿Qué le gusta hacer cuando no torea? ¿Disfruta especialmente de la vida en el campo o le gusta estar en plena temporada?

Soy un hombre de campo. Cuando no estoy en temporada española suelo estar en América y en mi tiempo libre me gusta disfrutar del campo, de los amigos, ir al cine. Creo que hay tiempo para todo, pero fuera de temporada hay que seguir entrenando y qué mejor lugar que el campo.

-¿Una plaza favorita?

Son muchas y tengo muy buenos recuerdos de plazas como Sevilla, Bilbao, Madrid...

-¿Sueña con una faena ideal o ya ha logrado cuajarla?

-Creo que como todo torero, siempre soñamos con mejorar y aunque hayamos cuajado grandes tardes, buscamos siempre la faena ideal.