Tiene nombre de papa, aunque él llegó antes y asegura que lo tiene registrado. Francisco publica nuevo disco, 'Francisco-La voz', el próximo 1 de mayo, todo un tributo a la canción italiana.

-Queen, Tom Jones o Louis Armstrong son algunos de sus artistas de cabecera. Contrasta un poco con la imagen del Francisco latino al que estamos acostumbrados...

-Sí. Tengo unas 100 o más canciones favoritas y en casa tengo una selección de canciones y una discoteca muy extensa. No los he contado todos, pero en vinilos puedo tener unos 4.000 discos.

-¿Hay alguna canción que le recuerde a su infancia?

-Todo el disco que saco el día uno de mayo me recuerda a cuando era pequeño. Son canciones que escuchaban mis padres y mis abuelos, son temas de finales de los 50 o principios de los 60. Recuerdo, por ejemplo, VolareIl mondo, mucha canción italiana. Tom Jones me recuerda mucho a cuando tenía siete u ocho años.

-¿Alguna que le haga volver la mirada a un amor de juventud?

-Las del primer amor o amores imposibles no me gusta recordarlas porque me ponen muy triste. Yo escuchaba mucho Para que no me olvides, de Lorenzo Santamaría, cuando tenía unos 12 años. También escuchaba Por el amor de una mujer de Dani Daniel. Son grandes canciones.

-La música es un gran remedio contra el olvido...

-Cuando escuchas una canción cierras los ojos y te trasportas a un momento determinado de tu vida. Hay imágenes que asocias a la música. Hay canciones que no puedo escuchar sin emocionarme.

-Hábleme de su nuevo trabajo, "Francisco-La voz".

-Son 18 canciones, todas italianas. Tengo 14 invitados como Santiago Segura, Pedro Piqueras, Enrique Ponce, Daniel Diges... He invitado a mis amigos y a profesionales, pero no a todos porque no caben y así puede haber una segunda parte. Lo que hemos hecho ha sido actualizar las canciones de hace cincuenta años al siglo XXI.

-A Enrique Ponce ya le hemos oído cantar más de una vez. ¿Qué interpreta junto a él en su disco?

-Enrique canta muy bonito. Con él canto la canción Qué será, que será, que se hizo popular en todo el mundo gracias a José Feliciano.