Shakira-Piqué

Clara Chía sufre su peor momento: el acoso en redes le pasa factura

La joven tuvo que acudir a una clínica para ser atendida tras sufrir un problema de salud

Clara Chía y Gerard Piqué

Clara Chía y Gerard Piqué

Laura Fa | Lorena Vázquez

No está siendo fácil. Clara Chía, la novia de Gerard Piqué, está en boca de todos. La joven, de 23 años, ha pasado en tan solo unos meses de ser una chica anónima a ser reconocida en medio mundo y señalada por el otro medio. Clara, muy a su pesar, se ha hecho famosa por ser la tercera en discordia en la ruptura de Shakira y Piqué. La joven es acusada a diario de romper una pareja con hijos y, para muchos, es “la mala”, lamentablemente.

Cuando Clara Chía conoció a Gerard Piqué en noviembre de 2021 poco imaginaba que su nombre saltaría a todas las portadas y se le dedicarían tantos minutos de televisión en España y Latinoamérica. Estos últimos días, tal y como hemos podido saber las Mamarazzis, Clara no ha aguantado más la presión y ha tenido que ser atendida en una clínica privada de Barcelona, el Hospital Quirónsalud, tras sufrir un ataque de ansiedad. La novia de Piqué está superada y el acoso constante que sufre en las redes sociales le está pasando factura.

El diario británico 'The Sun' fue el primero en publicar el nombre y los apellidos de Clara y desde ese día, 10 de agosto de 2022, perdió el anonimato para siempre. Su nombre se publicó en todos los medios de comunicación nacionales e internacionales, provocando, lógicamente, un alto nivel de estrés en la joven. Con la publicación del nuevo éxito de Shakira, la sesión 53 de Bizarrap, su estrés y malestar le está generando un problema de salud.

Primera foto difundida

Gerard Piqué decidió publicar una fotografía junto a ella y la colgó en su cuenta de Instagram el pasado miércoles, día 25 de enero, para naturalizar y dotar de normalidad su nueva vida. “Esta es mi novia, le pese a quién le pese, y que se dejen de una vez de 2 de 22 y de especulaciones varias”, parecía rezar entre líneas dicha imagen.

Tras la primeras reacciones provocadas por la publicación de la instantánea, en la que algunos vieron una provocación a la cantante colombiana, Clara y Gerard decidieron poner distancia y se escaparon a su escondite favorito: la casa que tiene el futbolista en la Cerdanya. Allí se relajan, desconectan y pueden vivir su romance con menos presión.

Por la mañana, ya el sábado, dieron una vuelta en bicicleta y aprovecharon los rayos de sol para pasear, pese al clima gélido de la zona. Su idea era volver por la tarde a Barcelona porque tenían entradas para asistir al concierto del grupo catalán Oques Grasses, en el Palau Sant Jordi. Es uno de los grupos preferidos de Clara Chía y a ella le hacía especial ilusión poder estar en el espectáculo de fin de gira de la exitosa banda. 18.400 personas llenaron el recinto, en una cita de récord absoluto. Ningún grupo catalán del siglo XXI lo había conseguido. Ni Rosalía, ni Estopa… Nadie.

No se lo perdieron, en cambio, los actores de moda Carlos Cuevas y Miki Esparbé, ni tampoco el President de la Generalitat, Pere Aragonès, que asistió acompañado de su esposa, Janina Juli. Hasta las Mamarazzis estuvimos allí saltando y cantando cada uno de los temas. Pero los que no asistieron finalmente fueron la pareja que esperábamos ver. Gerard Piqué y Clara Chía tenían las entradas, la agenda libre de compromisos profesionales y muchas ganas de no perdérselo, pero no pudo ser. Desconocemos si el estado de Clara tuvo algo qué ver en el cambio de planes de la pareja.

Horas difíciles

Sabemos que las últimas horas no están siendo fáciles para la joven y su presencia en el concierto no iba a pasar inadvertida. Cuando el pasado mes de agosto acudieron juntos al concierto de Dani Martín, los teléfonos móviles de los asistentes estuvieron más pendientes de ellos que del propio cantante y quizás quisieron evitar que ocurriera lo mismo en esta ocasión. Esperemos que el descanso le haya ido bien a la pareja y que el próximo jueves, 2 de febrero, puedan salir a celebrar el cumpleaños de Gerard Piqué. Estaremos pendientes.