“He pasado por un proceso de oscuridad total, estaba emocionalmente destruido”, cuenta el guitarrista y compositor Hugo Toscano sobre la profunda depresión que padeció durante dos años, tras ser expulsado del grupo Elefantes. Toscano (Barcelona, 1970), uno de los fundadores de la banda de pop-rock, fue excluido de la formación justo antes de la pandemia, tras lo cual se sumió en una grave crisis personal. Ahora resurge de sus cenizas con una excelente canción y videoclip, “El elefante olvidado”, cuyo título lo dice todo. Así se titulará también el álbum que lanzará el próximo año.

“Entré en un momento muy difícil, una depresión para la que necesité tratamiento farmacológico y psiquiátrico”, cuenta a FARO Toscano, que atribuye su expulsión a que se manifestó sobre el rumbo del grupo. Pese a tener el respaldo de una compañía como Warner Music y de la oficina Hook Management, donde estaban bandas de éxito como Amaral, Izal, Varry Brava y Miss Caffeina, Elefantes “no conseguía cuajar en los festivales ni más allá”, apunta. “No estaba de acuerdo con el modelo de gestión del grupo, que era muy centralista: todo pasaba por una persona, que era el cantante [Shuarma]. Cada vez era más relevante, y los demás, cada vez más invisibles –argumenta–. Cuando me echaron no me hablaron de esto, pero pasado el tiempo creo que el motivo de mi expulsión fue ese. Dije que había cosas que tenían que cambiar en el grupo, y ellos pensaron que no. Estaban en mayoría y me echaron”.

Según cuenta el guitarrista y compositor, fue casi obligado a aceptar una nota en la que se decía que su camino y el del grupo “se separaban”. “Les dije que ese comunicado no lo podía aceptar, yo no me marchaba voluntariamente. Ellos lo publicaron y se mantuvieron en ese limbo en el que las cosas no se cuentan con claridad”, subraya.

El músico considera que le echaron “por la puerta de atrás”, sin darle la oportunidad de despedirse de los fans tras 25 años en el grupo. Cuando comenzó la segunda etapa de Elefantes, en 2013, dejó su hogar y su familia en Estepona (Málaga) para irse a vivir con su madre a Barcelona, ya que no tenía recursos para pagar un alquiler en la Ciudad Condal. “Mi compromiso con el grupo era máximo –asegura–. Echaron a uno de los activos artísticos más importantes que tenían; no lo digo yo, lo dicen los seguidores”, proclama el guitarrista, que se siente apoyado por los seguidores de Elefantes en redes sociales y sostiene que en la industria musical se tiende a fomentar una figura única dentro de los grupos. “Si te dicen 100.000 veces qué guapo eres y qué bien lo haces, te lo acabas creyendo”, afirma.

Su recuperación llegó cuando en un sueño oyó una voz que le decía: “sueña, vuela” y “yo soy el elefante olvidado”. Toscano, que como otros compositores duerme con una libreta y un bolígrafo en la mesilla de noche, para atrapar ideas que surgen en sueños, vuelve con un tema que tiene una letra elocuente –ellos por muerto me han dado– y un videoclip en un paisaje arrasado que le muestra literalmente resurgiendo entre cenizas. Es el prometedor regreso del “elefante olvidado”.