Se especulaba con la presencia de la cantante Shakira en Manresa (Barcelona) para rodar un videoclip. Y de la especulación se pasó a la certeza. La sorpresa fue que se le esperaba de madrugada en el centro de la ciudad. En cambio, la cantante colombiana apareció en el barrio de la Sagrada Família para rodar en el interior del supermercado Llobet la madrugada del domingo. En cuanto corrió la voz, la calle se colapsó.

El ayuntamiento ya había advertido de afectaciones en el tráfico en torno a la Muralla por una filmación –no decía de quién y de qué– entre las dos y las siete de la madrugada. Pero Shakira y Ozuna aparecieron alrededor de las 18.00 horas. Ella se bajó de un coche negro con un pantalón de color rosa, una blusa llamativa y protegida en todo momento por guardaespaldas. Entró hacia el interior del establecimiento, cerrado al público y tapado con una lona negra. A medida que fue avanzando la tarde, la calle se fue llenando de gente y se tuvo que cortar el tráfico. Ozuna, que permaneció buena parte de la tarde en una cafetería de la ciudad, también levantó mucha expectación. Una cincuentena de personas trabajaron dentro del supermercado, que se desmontó de arriba a abajo. Según pudo saber Regió7, medio de Prensa Ibérica al que pertenece este diario, la productora del videoclip contactó la semana pasada con el grupo Llobet para poder rodar en uno de sus establecimientos. “Lo primero que pensé es que nos levantaban la camisa”, explicó ayer a este diario el director general del grupo, Ignasi Llobet. “Mi primera reacción fue asustarme. No sé cómo han venido a parar aquí”, reconoció.