Muchos lo recordarán por su personaje de Andrés Guerra en la popular serie cómica Aquí no hay quien viva. Llegó a la peculiar comunidad de Desengaño, 21 como un padre de familia y empresario fracasado, embargado de los pies a la cabeza por sus chanchullos. Era el año 2004 y fue uno de los protagonistas principales a partir de la segunda temporada. Apareció en la pequeña pantalla durante 56 episodios y dejó la serie de televisión en 2006.

Ahora, 16 años después, la realidad del actor Santiago Ramos (Boadilla del Camino, Salamanca, 1949) es muy distinta. El artista pasó de la fama a cobrar el paro. Sufre una enfermedad neurodegenerativa y ejerce de abuelo del hijo de María Adánez, con la que compartió escenario en la serie televisiva y, ahora, familia.

Claro que Santiago Ramos era ya un rostro muy conocido cuando se asomó a la televisión junto a Juan Cuesta, Loles León, Pablo Chiapella, Luis Merlo y Fernando Tejero, entre otros. Su consagración cinematográfica le llegó con esa película coral de Luis García Berlanga que es historia del cine español, La vaquilla, en 1985. Allí ya mostró sus cualidades interpretativas y físicas, debido principalmente a su timbre de voz. Trabajó con cineastas como Fernando Trueba y Jaime Chávarri. En esa década de los años 80 su nombre aparece en más de 15 producciones, tanto para cine como para televisión, destacando Sé infiel y no mires con quién (1985), El año de las luces (1986), Luna de lobos (1987), El río que nos lleva (1989) y Las cosas del querer, de ese mismo año.

En 1996, hizo su primer papel como protagonista en Como un relámpago, de Miguel Hermoso, en la que Santiago Ramos dio vida a Rafael, un padre que abandonó a su mujer (Assumpta Serna) y a su hijo (Eloy Azorín) y que años después recibe la inesperada visita de este. Por ese papel recibió su primer, y único, Goya a la mejor interpretación masculina protagonista.

En paralelo se volcó en el teatro, donde compartió cartel con actrices como Verónica Forqué en ¡Ay, Carmela!, y Cayetana Guillén Cuervo en La prueba. Su último proyecto fue en 2015, Páncreas, de Patxo Tellería, dirigido por Juan Carlos Rubio. Desde entonces, le ha costado encontrar más trabajos, tanto en la televisión como sobre los escenarios, y eso le llevó al desempleo. “Hay mucho paro en la profesión y pocas posibilidades para el teatro, donde siempre me he sentido muy a gusto. También me he defendido en televisión, con la mezcla de cosas que puedo hacer. Pero el momento es tremendo y todavía no ha acabado”, decía el actor entonces.

Ramos fue diagnosticado de párkinson. Le atiende el marido de María Adánez, el neurólogo Ignacio Hernández Medrano. “Está estupendamente”, afirman. El actor no ha confiado su salud a María Adánez y su marido por casualidad. En concreto, Adánez es la hija de la segunda mujer de Santiago Ramos. Adánez y Hérnandez Medrano, que se casaron en noviembre de 2021, fueron padres unos meses antes, en mayo. Ramos se ha convertido en el abuelo del pequeño Claudio y la actriz presume de ello en sus redes sociales. Santiago Ramos está alejado de los escenarios, ahora es el abuelo Santi.