La actriz Lola Herrera encarna en su nuevo personaje de “Adictos” a una científica de prestigio internacional que dijo que pone el dedo en la llaga de lo que están haciendo las redes sociales y las nuevas aplicaciones en la actualidad, donde “la inteligencia no se vende, se vende la banalidad”.

La actriz aseguró ayer que hay personas que no se sabe bien lo que hacen, “o sí saben hacer algo”, que se convierten en famosas frente a los éxitos de mentes brillantes que, por muy grandes que sean, son “flor de un día”, porque no interesan a los medios de comunicación.

Herrera presentó en el Teatro Palacio Valdés de Avilés el estreno de “Adictos”, un montaje teatral escrito por su hijo, Daniel Dicenta, junto a Juan Manuel Gómez y dirigido por Magüi Mira que cuestiona los paradigmas de la sociedad actual y la libertad de sus usuarios en relación con la tecnología.

De cara al estreno, mañana, en el coliseo avilesino, Magüi Mira dirige a tres actrices, Lola Baldrich, Ana Labordeta y Lola Herrera, que encarnan como figuras destacadas a la medicina, la prensa y la ciencia, “que no es el cuarto poder, es el primer poder”, comentó la actriz acerca del segundo.

Son tres mujeres punteras que están en un lugar en el que pocas están, y la actriz y directora se ha preguntado si ese es un discurso feminista: “Es algo por lo que tenemos que seguir luchando, por tener nuestro espacio y nuestro lugar, y en esta función estas tres mujeres simbolizan ese poder, eso es lo que debería de ser, pero todavía no es”.

Mira, que ha bromeado con la idea de que alguna compañera del elenco se pusiera puntualmente indispuesta “con unas anginas” para poder sustituirla (“me sé los tres textos”, bromea), se mostró además convencida de que el teatro no tiene por qué ser una proclama.

“El teatro es ficción, no es una proclama, es poética escénica y es beber lo que está pasando en la calle para, con mucho arte, por eso se llama arte escénico, ofrecérselo al espectador en un momento gozoso”, agregó.