En la peor tormenta de arena de los últimos meses en la región de Nuakchot, la reina Letizia visitó ayer el proyecto de la cooperación española consistente en sembrar huertos en medio del desierto para que más de un centenar de familias encuentre una manera de alimentarse y ganarse la vida.

En la segunda y última jornada de su viaje a Mauritania, se desplazó a unos 20 kilómetros de la capital del país magrebí, Nuakchot, para ver de primera mano los huertos cultivados con riego por goteo en una extensión de diez hectáreas, bautizada como Centro de Innovación agrícola Reina Letizia.

La sorpresa fue la tormenta de arena que se desató poco antes de su llegada, que hizo que se acortara el paseo por las parcelas, de unos 650 metros cuadrados cada una, cedidas a unas 130 familias para plantar lechugas, tomates y otros productos hortícolas. Doña Letizia, que tuvo que ponerse gafas y mascarilla, conversó con algunas de las agricultoras, quienes le enseñaron cómo plantan el terreno, separados entre sí por plantas de caña forrajeras para proteger los cultivos precisamente del viento.