Chanel se ha convertido en la protagonista indiscutible del fin de semana. Su espectacular actuación en el festival de Eurovisión, que la situó en la tercera posición, y el recibimiento masivo a regreso a España no han sido los únicos motivos.

Nada más bajarse del avión que llevaba de Turín, la artista se fue corriendo a celebrar con todos los madrileños la fiesta de San Isidro tan sólo unas horas después de su histórica actuación. Sin apenas descansar y todavía con la emoción en el cuerpo, Chanel recibió todo el cariño del público en su primer bolo tras el festival.

"Gracias a todos vosotros porque toda vuestra energía, vuestros aplausos, vuestros buenos deseos, nos han llegado y cuando nos bajamos del escenario nos sentimos ganadores morales y artísticos" confesaba la artista a los centenares de asistentes que acudieron a disfrutar del directo. La gente volvió a vibrar con Chanel pero esta vez con una duda que inquietaba a los asistentes.

La artista se subió al escenario con una gafas de sol negras con las que la llevábamos viendo desde que se bajo del escenario en Eurovisión. En las entrevistas que concedió, en su llegada al aeropuerto y también en su primera actuación en España.

Su atuendo tenía una causa justificada y fue ella misma la que se lo comunicado a sus seguidores. "Perdonadme que tenga gafas de sol porque de tanto llorar tengo conjuntivitis", explicaba entre risas. "Doy fe que lleva llorando 12 horas seguidas y tiene los ojos...", añadía Tony.

"Todo esto es increíble", aseguraba Chanel viendo la gran aglomeración de gente para verla actuar. "Siendo realistas, ahora sí, puedo decir que lo hemos pasado increíblemente duro pero esto es lo que vale la pena: el arte, la buena onda, el trabajo... Así que muchas gracias a todos los que os habéis subido al barco desde el principio", añadía.