Cuando era una niña, en la casa de Kery Sankoh solía sonar música. Esta cantante catalana de 35 años recuerda que tenían “una colección de vinilos muy buena” y que, un día, su padre cogió el primer disco de Tina Turner en solitario, Private dancer, y se lo enseñó comentando: “¡Esta mujer es increíble!”. Poco podía pensar entonces este sierraleonés afincado en Badalona que décadas más tarde su hija se convertiría en la protagonista de la versión española del musical sobre la explosiva diva de la música, que se estrenó ayer en la Gran Vía de Madrid.

“Para mí, Tina es un referente en muchos aspectos: como mujer luchadora, valiente, símbolo de fuerza y pionera, porque se abrió paso en un estilo en el que predominaban, básicamente, los hombres blancos, mientras que ella era una mujer negra y ya madura cuando triunfó”, recalca Sankoh. la cantante de Badalona habla de la «responsabilidad» y el “reto emocional, físico y profesional” que le está suponiendo interpretar sobre las tablas a la legendaria Reina del Rock, que está a punto de cumplir 81 años.

Tina, el musical repasa la biografía de la artista poseedora de 12 premios Grammy y una de las mayores superventas de todos los tiempos, a través de 29 canciones que han marcado su carrera (desde Proud Mary y River deep mountain high a Private dancer y What’s love got to do with it), desde su niñez en Nutbush (Tennessee, EEUU), cuando vivía con su abuela, hasta que comenzó su carrera en solitario, ya rozando los 40.

No falta la turbulenta relación con su primer marido, Ike Turner, un matrimonio de terror marcado por las agresiones y los malos tratos. “La obra también habla de racismo y de violencia de género, temas que en el musical transcurren en otra época, pero que siguen presentes en la sociedad de hoy”, explica Sankoh.

Afrodescendiente por parte paterna (su madre es de Barcelona y su padre, de Sierra Leona), la cantante catalana reconoce que le interesó poder abordar un tema como el racismo en esta obra, en la que ella siempre aspiró al papel principal. “No sé qué vi en el proyecto, pero tenía muy claro que quería ser Tina y fui a por todas. Me estuve preparando con un coach de interpretación, hice clases de canto y de danza, un curso de cámara en una escuela de cine... Mi vida giraba en torno a esto, viendo entrevistas y leyendo libros sobre la artista”, añade.

Después de “unos castings muy duros” llegó la recompensa: convertirse en la Tina Turner española en un musical que desembarca en Madrid tres años después de su estreno en Londres, y tras haber pasado por Nueva York, Hamburgo y Utrecht. Escrito por Katori Hall (ganadora de un premio Olivier), está dirigido por Phyllida Lloyd y coproducido por la propia intérprete de Simply the best, a la que, de momento, Sankoh no ha podido conocer.

“Sé que me vio en las audiciones que hicimos por streaming», confiesa esta cantante que, antes de ganarse la vida en el mundo del espectáculo, trabajaba en el hospital de Can Ruti de Badalona como técnica de laboratorio, preparando las quimioterapias en la farmacia del centro. “Entré allí con 21 años y estuve hasta los 29, pero me sentía como si estuviera en una fábrica, que me faltaba algo», recuerda. “Llevo cantando desde los 17 años, pero solo lo tenía como hobby: cantaba en orquestas, bodas, comuniones... Nunca había pensado que podría dedicarme profesionalmente”, añade.

Hasta que, al asistir a un musical junto a su hermana, se dio cuenta de que subirse a las tablas era lo que quería en su vida y empezó a tomar clases de voz en la escuela Aules de Barcelona. “Un verano montaron un taller de teatro musical. Interpretamos Rent y, cuando acabó, me quedó una gran sensación de vacío. El director me dijo que, si quería dedicarme a esto, tenía que involucrarme al cien por ciento. Cambié mi horario en el hospital, empecé a trabajar por las tardes y por las mañanas estudiaba teatro musical. Fue una locura, comiendo tuppers, llegando al trabajo en chándal...”, agrega.

Un largo rodaje / Justo cuando había firmado un interinaje en el hospital, la llamaron para hacer el casting de El Rey León y, poco después, la cogieron. A esta obra siguieron proyectos como El guardaespaldas y The King of Rock, musical de Michael Jackson con el que estuvo de gira por Alemania, Francia, México... Hasta que la pandemia les obligó a volver a casa.

“Ahora vivo en Madrid y he ido enlazando un trabajo con otro”, afirma. Para ella, si hay un momento especial en Tina, el musical, es la interpretación del mítico tema Simply the best. “La he cantado no sé cuántas veces en mi vida, pero para mí tiene un gran significado: representa el esfuerzo, el trabajo, la lucha para conseguir una meta...”, culmina.