Intentando huir de la presión mediática a la que está siendo sometido en las últimas semanas tras su separación de la periodista Sara Carbonero después de 11 años de relación, el exfutbolista Íker Casillas ha reaparecido de lo más sonriente y visiblemente relajado tras las declaraciones que presuntamente habría concedido a una conocida revista confesando que lo está pasando mal. Según esas revelaciones, Casillas habría tenido que recurrir supuestamente a ayuda profesional por estar agotado física y mentalmente tras los acontecimientos que han rodeado su vida en los últimos meses. Pegado a su inseparable teléfono móvil, en esta ocasión el exportero del Real Madrid no quiso hablar sobre la entrevista en la que supuestamente habla de su abatimiento y desvela sus ganas de alejarse del foco mediático en unos complicados momentos en lo que lo único que le importa es su salud y la de sus hijos. Casillas llega a afirmar en esa revista: “Todo lo demás me la bufa. Los que me han hecho daño me lo pagarán”. Tras haber asegurado en redes sociales que estas declaraciones son “rotundamente falsas”, el exfutbolista del Real Madrid y del Oporto portugués, campeón del mundo con España en 2010, prefiere seguir llevando su separación de Sara Carbonero con la mayor discreción posible “por el bien de sus hijos”.

Amor de padre

El exguardameta de la selección española siempre ha dejado claro que sus dos vástagos, Martín y Lucas, son el motor principal en la actualidad tanto para la periodista como para el exfutbolista, completamente centrado en el día a día de sus pequeños.