Harta de todo lo que se está diciendo sobre ella en los medios por las entrevistas de su hijo Kiko Rivera, Isabel Pantoja envió el martes un comunicado a la revista ¡Hola! en el que expone su versión de los hechos sobre la filtración de un documento judicial en el que se denuncian supuestas irregularidades en la venta de “Mi Gitana”, la casa de Marbella en la que vivió junto a su expareja Julián Muñoz en 2015. A través de su abogado, Juan Fernández Ramos, la tonadillera asegura que “no tuvo ni pudo tener participación” en la venta de la vivienda “dado que en esa fecha estaba cumpliendo una pena de prisión”, y asegura que fue su hermano Agustín quien se encargó de la operación “pagando todas y cada una de las deudas que pesaban sobre dicha finca”.

Kiko Rivera estalló en las redes sociales y aseguró que no dará más entrevistas porque la guerra con su madre le está pasando factura.