Victoria Abril recibirá el Premio Feroz de Honor en reconocimiento a su incomparable trayectoria profesional, tal y como acaba de anunciar el comité organizador de uno de los premios más prestigiosos del sector audiovisual en nuestro país.

Con cerca de un centenar de películas y una veintena de series de televisión, convertida en toda una leyenda no solo en España sino también en Francia –donde es una de las actrices más aclamadas–, Victoria recogerá el galardón en la ceremonia de los Premios Feroz, que se celebrará el 8 de febrero en Alcobendas y que se retransmitirá en directo a través de YouTube.

“Nos resulta un auténtico privilegio que Victoria Abril haya aceptado el Feroz de Honor”, asegura María Guerra, presidenta de la Asociación de Informadores Cinematográficos de España. “Su carrera es el espejo mismo de las entrañas emocionales de las mujeres españolas a lo largo de varias décadas de nuestra historia. Victoria Abril ha interpretado como nadie la vulnerabilidad, la rabia y el poder, el placer y dolor de mujeres de toda clase. La fortaleza de sus personajes es la extensión de su carisma”.

Un reconocimiento a la trayectoria de esta inconmesurable actriz, que, aunque soñaba con ser bailarina, debutó con 15 años en Televisión Española como una de las azafatas del famoso programa Un, dos, tres... responda otra vez, de Chicho Ibáñez Serrador. Inmediatamente, empezó a trabajar en el cine y a los 17 años rodó, junto a Sean Connery, Robin y Marian; también hizo Caperucita y roja, Esposa y amante o El puente.

En 1976 trabajó por primera vez con Vicente Aranda en Cambio de sexo; con él rodó doce películas, de La muchacha de las bragas de oro (1980), a El Lute: camina o revienta (1987), pasando por Amantes (1991), con la que ganó el Oso de Plata a la mejor actriz en el Festival de Berlín, Tiempo de silencio (1986) o Libertarias (1996).

También en televisión, Abril estuvo en series míticas: La barraca (1979); La huella del crimen y Los pazos de Ulloa, en 1985, Los jinetes del alba (1987), y más recientemente, Sin identidad (2014-15) y Días de Navidad (2019) con las que se confirma su progresivo acercamiento al audiovisual nacional tras años alejada de nuestro país.

En 1982, Victoria Abril se fue a vivir a París por amor. Allí empezó otra carrera en cine y televisión que le ha valido varias nominaciones en los César de la Academia del Cine francés y una gran popularidad gracias a series como Clem, que estuvo nueve temporadas en antena batiendo récords de audiencia. En España, de nueve nominaciones a los Goya, logró la estatuilla como mejor actriz protagonista con Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto, (1995) de Agustín Díaz Yanes, que también le sirvió la Concha de Plata del Festival de San Sebastián.

También Borau, Berlanga, Chávarri, Camus, Gutiérrez Aragón, Armiñan, Félix Rotaeta o Rafael Monleón la eligieron para sus películas antes de convertirse en “chica Almodóvar”: tras hacer un pequeño papel en La ley del deseo (1987), con él rodó Átame (1989), Tacones lejanos (1991) y Kika (1993).

La actriz, que lleva viviendo en París media vida, es oficial de las Artes y las Letras de Francia desde 1998 y en 2002 fue nombrada ‘caballero’ de la Legión de Honor francesa. En España, recibió en 2004 la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes.