La pandemia causada por el coronavirus está afectando a todo el mundo y María José Campanario no resulta ajena a ello. Al igual que miles de trabajadores, Campanario se ha visto obligada a dejar de acudir a su puesto de trabajo desde que el pasado 15 de marzo se decretara en España el estado de alarma. Todo ello fruto del ERTE producido en la clínica dental de Lloret de Mar en la que trabajaba, según informa la revista Lecturas. En Lloret de Mar, la mujer de Jesulín de Ubrique llevaba una vida anónima, había hecho nuevos amigos y era consideraba una muy buena profesional. Además, el haber podido volver a trabajar hizo que la enfermedad que padece desde hace 14 años, la fibromialgia, le diera una tregua. La pandemia, sin embargo, truncó por completo esta nueva vida de María José Campanario. Las restricciones sanitarias obligaron a la clínica dental a cerrar temporalmente.