La artista argentina afincada en la Costa del Sol Tina Kids se ha traído a España el premio Grammy al Mejor Álbum Latino para Niños con su primer disco Canta y Juega, resultado de “toda una vida” de esfuerzo dedicada a la música y en cuya producción ha contado con la colaboración de su marido, el pianista Mario Sanmartí.

Tina –Valentina Keil fuera de los escenarios– no quiso hacerse ilusiones cuando supo que su trabajo estaba nominado al mayor galardón de la música latina y ni siquiera se atrevió a “imaginarlo”, según señala en una entrevista a Efe, pero una vez recibido la sonrisa que se dibuja en su cara cuando habla del premio es prueba evidente de su felicidad.

Este es, indica la cantautora, un “sueño cumplido” que supera con creces sus expectativas; el “punto culminante” a muchos años de “creación”, de seguir al corazón y apostar por su “vocación” de niña; años de caminar por senderos que en algunos momentos se tornaron “difíciles” y de numerosas “vueltas a empezar” de las que en este momento, asegura, no se arrepiente.

Y, aunque todavía está asimilando el éxito del recién recibido Grammy y preparando las coreografías para la puesta en escena de los temas del disco, la cantante, vecina de Estepona, confirma con rotundidad que en el futuro habrá nuevos discos de Tina Kids.

Por otro lado, la artista argentina afirma que “saltar” del entretenimiento infantil a la preparación de un proyecto de la envergadura de Canta y Juega se dio “de una manera muy natural”, y en algo menos de un año el disco empezó a tener forma, apunta la compositora galardonada, quien dio sus primeros pasos en la música con apenas ocho años y además, cuenta con gran experiencia con los más pequeños como público.

Temas recién escritos junto a otros más antiguos, aunque inéditos, dieron vida a un álbum musical que ha logrado sacar adelante “en familia” desde el modesto estudio que tiene en su casa, con mucho tesón y el gran apoyo de un “lindo equipo, pequeñito pero rendidor” –comenta a Efe sonriente– del que han formado parte la productora norteamericana Kenia Auti y el músico español Mario Alberni.

Tina creció en la Patagonia (Argentina) y siempre tuvo una “fuerte conexión con la música”, pero fue escuchando la guitarra de su padre, quien disfrutaba cantando “en casa con los amigos”, o “entre los fogones” los días de campo lo que verdaderamente “prendió la chispa” de su amor por los acordes y, mientras lo recuerda, los ojos le brillan y se le ilumina la cara.

Hoy vive en la malagueña ciudad de Estepona, en plena Costa del Sol, donde se instaló hace más de 20 años junto a su compañero y donde nacieron sus hijos, Sebastián y Julián –de 12 y 6 años–; ciudad por la que siente un “profundo cariño” y de la que le gusta “prácticamente todo”, asegura la artista ganadora del Grammy entre risas.

Mensaje para los mayores

La mayoría de las letras del disco, tal es el caso de Canción del deporte o De la vida cuidaré, ensalzan valores positivos y hábitos saludables como pueden ser la alegría, la amistad, la higiene o realizar ejercicio ya que, además de calar en el corazón de los más pequeños, pretenden ofrecerles una enseñanza que les acompañe “para siempre”.

Pero más allá de su carácter didáctico, los temas de este álbum llevan también ingredientes para “contagiar” a los mayores y hacerles sacar “al niño que llevamos dentro”, afirma, y canciones como Tic Tac hacen “un guiño” directamente a los adultos aludiendo a temas tan cotidianos como el ritmo de la vida que en algunos momentos resulta “frenético”.

No en vano las 11 composiciones del trabajo galardonado se inspiran en la “espontaneidad” de los niños, “sus disparates”, sus sensaciones y su manera de “descubrir el mundo”, añade la laureada compositora, quien destaca que son melodías que nacen “en el corazón” con el deseo de “quedar ahí para toda la vida”. Así se muestra la ganadora del Grammy Latino Tina Kids.