Solo ha pasado medio año desde su último disco, “Posible”, pero Enrique Bunbury publicará mañana un nuevo álbum, “Curso de levitación intensivo”, que apunta a un cambio de ciclo y que está absolutamente influido por lo que ha sucedido en 2020. “Decidí que el disco estuviera empapado de todo lo que estábamos viviendo”, aseguró en rueda de prensa virtual.

“Este es un disco que cierra el periodo desde “Palosanto” (2013) hasta ahora, estos últimos discos más contemporáneos, y me lleva en una dirección que intento intuir pero que no sabría definir porque no estoy ahí todavía. Sé que estoy saliendo de esta etapa contemporánea y yendo hacia un nuevo lugar”, auguró, en relación a una futura fase quizá más contemplativa y de "mirar hacia adentro".

Pero antes de probar suerte en esos nuevos territorios, Bunbury edita un disco marcado, como “Posible”, por la combinación de sintetizadores y aromas electrónicos con las apasionadas y habituales coordinadas roqueras del español. “Es un disco que considero urgente, que necesitaba sacar, que pensaba que las canciones tenían que salir en 2020 porque hablan de una forma o resuenan de alguna manera con respecto a esto que nos ha ocurrido a todos", argumentó.