Como referente del cine español, José Coronado ha interpretado infinidad de personajes, transitado gran cantidad de épocas y visitado prácticamente todos los géneros. Ahora busca nuevos horizontes prestando su voz a un personaje de videojuego. “Un actor del siglo XXI tiene que reinventarse, estar en todos lados”, dice.

Cerca de cuatro décadas de oficio como actor le han servido a Coronado (Madrid, 1957) para enfrentarse a infinidad de desafíos interpretativos que le han permitido desde tener la licencia de “Vivir sin permiso” hasta codearse con “Gigantes” o con miembros de la mismísima realeza como “El príncipe”.

También ha tenido tiempo para darle a la tecla como hacen los “Periodistas”, para descubrir qué ocultaba “La caja 507” y para comprobar que, efectivamente, es cierto que “No habrá paz para los malvados”, pero sí un Goya para aquel que lo haya interpretado. Coronado es un referente cinematográfico de nuestro país que, ahora, busca nuevos horizontes para no perder un tren llamado videojuego, en torno al cual se abre un nuevo mundo de posibilidades del que el actor quiere formar parte.

“Un actor del siglo XXI tiene que reinventarse, estar en todos lados. Mucho más en el mundo de la tecnología que tanto está entrando en nuestras vidas”, cuenta Coronado a Efe en una entrevista dentro del marco del lanzamiento, ayer mismo, de “Call of Duty: Black Ops Cold War”, nueva entrega de la mítica franquicia de videojuegos.

“Hay que estar en el mundo de la tecnología y aquí estoy yo el primero”, recalca Coronado, quien se convierte en la voz en español de Emerson Black, el “rey de los espías” –como el propio actor lo define–, y una pieza fundamental y “en la sombra” de esta secuela de “Call of Duty”.

Que su voz se convierta en la de un personaje de la Guerra Fría involucrado en las operaciones secretas desarrolladas por EE UU desde finales de la segunda guerra mundial supone volver a un mundo, el del espionaje, que el actor ha transitado en más de una ocasión y al que de niño dedicó muchas horas de lectura.

“A mí el mundo del espionaje me ha encantado desde niño, cuando leía a Le Carré y a Frederick Forsyth. He tenido la oportunidad de encarnar a algunos personajes, he estado en películas de espías y es un mundo que me ha gustado siempre”, contesta.

Canalización vital

“Poder poner mi voz al rey de los espías, a un personaje que no tiene cara, que está en la sombra y que pertenece a un mundo virtual era la forma perfecta de canalizar todo lo que en mi vida y en mis interpretaciones he aprendido sobre ese mundo”, continúa.

A la par que Black “va dando pistas y fragmentos a los jugadores” de “Call of Duty”, Coronado nos da pistas de sus futuros proyectos así como de aquel personaje al que siempre ha deseado interpretar: “Yo tengo un personaje soñado, que es el Rey Lear, de Shakespeare, que sé que si me empeño, es posible verlo en teatro”. Mientras aquel deseo se gesta, Coronado reconoce que “los tres meses de confinamiento fueron maravillosos para poder recargar pilas porque llevaba unos años bastante duros”, de proyecto en proyecto, algo que ha retomado tras el “encierro”. Cuenta que tras el confinamiento su frenética vida profesional volvió a coger ritmo y terminó de rodar la serie de Netflix “El inocente”, junto a Mario Casas y Aura Garrido, mientras se dedicaba a poner voz a las aventuras de Sherlock Holmes para el formato audiolibro de Amazon.

Dentro de esa vorágine de proyectos que no le permiten, “por suerte”, parar ni un segundo de trabajar, se encuentra la comedia de Arantxa Echevarría “La familia perfecta”, junto a Belén Rueda: “Es un placer poder hacer una comedia en los tiempos que corren”, reconoce el actor. “En este oficio he aprendido a no desear ni a soñar. He aprendido a enamorarme de lo que tengo entre las manos. Cuando tengo algo a lo que me he comprometido y por lo que me van a pagar, eso es lo que me enamora y me ilusiona”, concluye.