Históricamente, las marcas de moda, complementos y maquillaje se habían mantenido al margen de la política, pero en las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos han decidido implicarse animando a votar a su clientela. A medida que se acerca el 3 de noviembre, el día de la cita con las urnas para decidir si el republicano Donald Trump seguirá en la Casa Blanca, o bien le relevará el demócrata Joe Biden, esta industria está echando el resto en medio de un país convulsionado por la presión de la pandemia y también por terremotos sociales como el movimiento Black Lives Matter surgido tras el cruel asesinato de George Floyd a manos de un policía.

Así, hace unas semanas, en la Semana de la Moda de Nueva York, el diseñador Christian Siriano hizo desfilar a las modelos con máscaras faciales en negro y azul con la palabra Vote. Algunas de ellas, además, lucieron vestidos ajustados, con sombreros a juego, y con la misma palabra como estampado. “Todo lo que podemos hacer hoy es votar»” defendió el modisto.

Antes, en agosto, Michelle Obama se había presentado a la Convención Nacional Demócrata luciendo un collar dorado con las letras V-O-T-E. La pieza, diseñada por Chari Cuthbert y con un precio de casi 300 dólares, llamó la atención de los internautas, y desencadenó miles de búsquedas sobre el vistoso complemento político.

Este pasado fin de semana varias estrellas, como Jennifer López –con un bolso de la firma peletera Coach, con la que acaba de firmar un contrato, que llevaba estampada la palabra “Vote”–, Lady Gaga o Jennifer Aniston también animaron al voto y alentaron a participar en el sufragio anticipado, que por ahora ya supera al de hace cuatro años.

Según un artículo de Vogue Business, “solo el 56% de la población en edad de votar lo hizo en las pasadas elecciones presidenciales de EEUU de 2016”. Sin embargo, también afirmaba que “hay una gran masa de jóvenes consumidores de moda que se identifican con las marcas y esperan que estas adopten posiciones éticas”. “Sus opiniones y los motivos que impulsan sus compras los convierten en una fuerza económica en expansión en todo el mundo”, proseguía el artículo, que remataba con la idea de que no solo les preocupaba el cambio climático, la igualdad de género, la equidad racial sino también el compromiso político: “Los clientes inteligentes detectan rápidamente los mensajes falsos o complacientes. La falta de compromiso conlleva riesgos para las marcas”.

Por eso esta vez han decidido mojarse, a su manera, en la campaña electoral. Son varios los ejemplos de prendas, máscaras, joyas y maquillaje que más se llevan en estas elecciones presidenciales. Biden Beauty es una marca recién creada por un grupo expertos en belleza y seguidores de Joe Biden y Kamala Harris que quieren “acabar con el naranja –la tonalidad de piel de Trump– para siempre. Y la única forma de hacerlo es con el azul, que corrige ese color”.

La empresa tiene varios productos cosméticos, y hasta pegatinas y bolsos, pero el que está arrasando es una esponjita de maquillaje, por supuesto, azul. La Biden beat cuesta 20 dólares (17 euros).

También el grupo de moda norteamericano Michael Kors ha sacado un suéter negro con detalles blancos y la palabra Vote como protagonista.

Brad Pitt, la última estrella de Hollywood en mojarse por Biden

Tampoco ha sido ninguna sorpresa, porque lo viene haciendo desde hace años, y públicamente, con Barack Obama, en 2008 y 2012. Brad Pitt vota demócrata y apoya al candidato presidencial Joe Biden para las elecciones del 3 de noviembre. El actor, de 56 años, ha prestado su voz a un anuncio de campaña del partido demócrata de un minuto de duración titulado “Make life better” (“Hagamos la vida mejor”). En el corto se presenta a Biden, de 77 años, y su esposa, Jill, saludando a los votantes.