Hay muchas parejas de actores que iniciaron su relación bajo los focos de un rodaje: Angelina Jolie y Brad Pitt, Mila Kunis y Ashton Kutcher, Penélope Cruz y Javier Bardem, Daniel Craig y Rachel Weisz, Michelle Williams y Heath Ledger... El próximo viernes, Netflix estrena Alguien tiene que morir, una miniserie de tres episodios de Manolo Caro, una historia sobre secretos familiares y represión sexual ambientada en la gris y encorsetada España de 1954 que no solo supone un salto de registro para el creador de La casa de las flores -que pasa de la comedia al thriller-, sino que también significó el punto de partida del idilio de la española que cuenta con más seguidores en Instagram, la actriz de Élite Ester Expósito, y uno de los intérpretes mexicanos del momento, Alejandro Speitzer.

Nacido en Sinaloa en 1995, el también protagonista de la tórrida Oscuro deseo de Netflix debutó ante las cámaras con solo 5 años, en el programa infantil Plaza México, la versión latinoamericana del popular Barrio Sésamo. "Muchos de mis amigos, que no se dedican a la interpretación, me dicen: 'Tienes el currículo que quieren todas las empresas a las que vamos a pedir trabajo: que tengas 25 años y 20 años de experiencia'", bromeaba el actor durante la presentación de Alguien tiene que morir, acerca de su temprana trayectoria en los escenarios.

La telenovela Rayito de luz sería su siguiente título siendo tan solo un niño. Y en los años siguientes no dejaría de ir encadenando trabajos, con casi 30 seriales: Aventuras en el tiempo, Cómplices al rescate, Amy, la niña de la mochila azul, Misión SOS, Atrévete a soñar, La Reina del Sur... "Empecé en esto por mi hermano [el también actor Carlos Speitzer], como un acto de imitación -confiesa-. Entonces era todo un juego, pero mi mamá supo hacer bien las cosas", recuerda, presumiendo de la buena relación que siempre ha tenido con su progenitora, que durante su infancia le acompañaba en todos los rodajes.

"Con el paso de los años me di cuenta de que esto era mi pasión y ya no me muevo de aquí. Tengo muchas inquietudes y muchas ganas de contar historias", explica Speitzer, que también ha probado con el teatro musical en obras como Aladino y la lámpara maravillosa y La bella durmiente y montó una productora con su anterior novia, la actriz Minnie West, con la que colaboró en la serie de Netflix E l club.

La historia que presenta ahora, la de Alguien tiene que morir (donde coincide con Expósito, Cecilia Suárez, Carmen Maura, Ernesto Alterio y Carlos Cuevas), viene marcada por un personaje que tiene que enfrentarse a lo que supone descubrir su propia identidad sexual en una España de posguerra en la que salirse de lo establecido podía costarte la vida. "Muchos de los que estamos en esta serie no habíamos abordado nunca personajes como estos, y eso puede generar mucho interés. Y también creo que será una sorpresa para el público, aunque triste, darse cuenta de que mucho de lo que pasa en esta producción y que parece tan lejano es muy cercano, porque sigue sucediendo", recalca, citando ejemplos como la persecución de la homosexualidad en países como Rusia.

A él, por el contrario, cada vez le cuesta menos demostrar el buen momento sentimental por el que está pasando con Expósito, desde que el pasado mayo confirmaron su relación en las redes publicando su primera imagen juntos. "Y es que te echo de menos"... le escribía el actor a su novia, ya que ambos pasaron el confinamiento separados: ella, en España, y él, en México. Luego han podido recuperar el tiempo perdido durante las vacaciones y en la promoción de Alguien tiene que morir, donde interpretan a una pareja destinada a casarse.