Actriz, escritora, cantante y activista LGBTI, Jedet Sánchez, más conocida como Jedet, se ha enfrentado al reto más grande de su carrera: dar vida a un icono como Cristina Ortiz, La Veneno, que Pepe Navarro lanzó al estrellato con su programa "Esta noche cruzamos el Mississipi". Con ella comparte su condición de mujer trans, aunque la vida de esta "chica Javis" de 28 años nada tiene que ver con la de la vedete. Jedet siempre ha contado con el apoyo de su familia y un trabajo que le permite vivir como quiere.

-La Veneno que interpreta está en un proceso que usted ya ha superado. ¿Cómo fue revivirlo?

-Lo pasé fatal. En un momento en que estás tan sensible y vulnerable, porque estás haciendo tu propia transición y vas avanzando y cada día estás más femenina, que de repente te pongan una barba, te aplasten los pechos y debas tener un lenguaje masculino...

-Dice que la serie es una revolución en un momento en que hay una involución en estos temas.

- "Veneno" (Atresplayer Premium) no es algo solo artístico, sino político. "Veneno" es un fenómeno que va a significar un punto de inflexión, ya que habrá más personajes trans en series y películas. Y espero que veamos mujeres trans no solo en el mundo artístico, sino en un banco, en un hospital o como presidenta del Gobierno.

- Para muchas trans el espectáculo es una salida profesional. Pero usted ya quiso ser actriz desde niña para no morir jamás.

-De niña, yo tenía muchas pesadillas y pánico a la muerte, y me levantaba gritando. Un día estaba viendo "Lo que el tiempo se llevó" con mi madre y yo pensaba que los actores y actrices estaban dentro de la caja, en el aparato. Y me dijo que no, que incluso estaban muertos. Como niña, no entendía por qué los estaba viendo. Entonces, mi madre me dijo que permanecen siempre vivos en las películas. Y ahí empezó mi deseo de ser actriz.

-Y estudió Interpretación.

-Yo estudié dos años en Granada y cuatro en Madrid, pero tenía tanto conflicto con mi género, que hacer personajes masculinos me producía ansiedad y dije: "Paso de esto. Voy a dedicarme a ser camarera". Y me encantaba. Pero a la vez yo siempre había escrito y me dieron la oportunidad de publicar un libro. Por mucho que quisiera ser camarera, no hubo manera, y me llevó hasta donde estoy hoy.

-Que la llamaran Los Javis para "Paquita Salas" fue un gran paso.

- Los Javis ya querían que fuera La Veneno antes de "Paquita Salas". En diciembre de 2018. De hecho, yo iba a hacer todas las etapas e, incluso querían que engordara 40 kilos. Pero luego, evidentemente, vieron que no era posible y estuve preparándome desde 2018 hasta que grabé, sin saber si me habían cogido. Finalmente me llamaron para decirme que estaba en el proyecto.

-Cuando le confirmaron que daría vida a La Veneno, ¿sintió una gran responsabilidad?

- Mucha. Yo les dije: "Pero, chicos, que yo soy muy mala actriz. ¿No os estaréis equivocando? Quiero hacerlo, pero no sé si puedo". Y ellos me dijeron: "Jedet, tranquila. Si confiamos este proyecto en ti es porque estás preparada".

-¿Qué supone La Veneno para usted? Era una mujer que no tenía ni sus armas ni recursos para afrontar el proceso de transformación.

-Yo parto de la base de que tengo una familia que me ama, me apoya y me respeta. Y unas amigas que me acompañan en cada paso que doy. En mis cirugías, en todo... Me siento superafortunada. Luego tengo un trabajo que me permite vivir la vida que me da la gana, sin pedir nada a nadie y sentirme segura, porque tengo un coche en la puerta de casa. Tengo unos privilegios que no son la realidad. Recordemos que el 85% de las personas trans están en el paro y que este año han muerto casi 400.

- En la serie hay momentos que recuerdan al cine de Almodóvar. ¿Le gustaría pasar de ser "chica Javis" a "chica Almodóvar"?

- Yo siempre seré una "chica Javis." Soy muy fiel. Pero te mentiría si no dijese que uno de mis sueños es ser "chica Almodóvar." ¿Me encantaría? Sí. ¿Lo veo posible? No (ríe).