Brigitte Bardot cumplió ayer 86 años. Un día especial el que se alinearon los astros para el mundo de la interpretación porque tal día como la francesa -pero en diferentes años, obviamente- nacieron nombres tan populares de la historia del cine como Naomi Watts, Mira Sorvino o Marcelo Mastroniani. Pero nadie como Bardot, que pese a llevar retirada la friolera de 47 años, todavía sigue siendo recordada como un icono de estilo y de belleza que ha marcado a varias generaciones.

Con un físico espectacular, inocente pero felino, ingenuo pero muy sexy, Brigitte se convirtió no solo en un mito erótico en los 60, sino, sobre todo, en una de las primeras it girls de la historia. Y todavía, 60 años después, seguimos pidiendo su corte de pelo en la peluquería -inolvidable su flequillo cortina con el cabello ligeramente cardado - luciendo su escote bardot, también conocido como escote barco en ocasiones especiales, y maquillando nuestros ojos con marcado eyeliner negro buscando el mismo efecto en la mirada que la francesa, el llamado cat eye que la actriz ha lucido como nadie.

Como dijo de ella el escritor Jean Cocteau, "posee algo desconocido que atrae a los idólatras en un tiempo sin dioses". Nacida en París en el seno de una familia acomodada, su atractivo hizo que, con 18 años, encaminase sus pasos al mundo de la interpretación. Inolvidable su papel en "Y Dios creó a la mujer", cuyo director, Roger Vadim, se convertiría en su primer marido. Desde entonces se convirtió en una de las actrices más populares de Francia y Hollywood.

Sin embargo, la fama no iba con ella, y consolidada como la actriz y cantante más solicitada del país galo y uno de los rostros más bellos del planeta, Brigitte tomó la decisión, en el año 1973 de dejarlo todo y retirarse a su mansión de la Costa Azul, donde todavía hoy vive volcada en los derechos de los animales convertida en una activista de lo más polémica por sus críticas a los gobiernos y organizaciones mundiales.

Casada en 4 ocasiones, a Bardot le dio tiempo antes de su precipitada retirada a actuar en 47 películas, grabar más de 60 canciones e interpretar varios musicales. Icono sexual, mito erótico y uno de los rostros más bellos que ha dado el cine francés, vive casi recluida en Saint Tropez con más de 1000 animales abandonados a los que da refugio.