El actor Viggo Mortensen aseguró sentirse "muy afortunado" por su carrera cinematográfica, por la que ayer recibió el Premio Donostia del Festival de San Sebastián. Recalcó que el deseo de formar parte del mundo del cine le impulsa desde que fue por primera vez al cine con su madre a los tres años.

"He tenido mucha suerte en mi carrera, he podido trabajar con muchos directores importantes y he encarnado papeles muy buenos, pero para la suerte también hay que prepararse, estar listo para reconocer las oportunidades", matizó en una rueda de prensa en la que también presentó su debut como director, el drama paternofilial "Falling".

Mortensen es conocido en todo el mundo por papeles como Aragorn de "El señor de los anillos", las películas de David Cronenberg "Promesas del este" o "Una historia de violencia" y más recientemente por "Captain fantastic" o "Green Book" por las que obtuvo nominaciones al Óscar. Pero ayer recordó sus primeros trabajos, cuando le cortaban en el montaje final sin avisar y ni siquiera salía en los títulos de crédito, como le ocurrió con "La rosa púrpura del Cairo" de Woody Allen.

"No conozco otra vida, desde hace 38 años mi vida está vinculada al cine y al deseo de formar parte de ese mundo, no he perdido la curiosidad, siempre me ha interesado y me sigue interesando el rompecabezas de llevar un guion a la pantalla", apuntó. El actor defendió el oficio como un trabajo colectivo, pese a que en "Falling" dirige, actúa, escribe, produce y hasta ha compuesto la música. "He visto guiones muy buenos que resultan en películas mediocres por falta de trabajo colectivo y guiones no tan buenos que resultan en muy buenas películas", incidió.

"Falling", que se estrenará en cines el próximo 2 de octubre, gira en torno a la difícil relación entre un padre granjero (Lance Henriksen/Sverirr Gudnason), solitario, muy conservador e inflexible y un hijo homosexual (Mortensen) que intenta reconciliarse con él. El actor estadounidense de ascendencia danesa, que desde hace años vive en Madrid, contó que escribió el guion tras la muerte de su madre. "La base era explorar mis sentimientos por mis padres", desveló, aunque a partir de ahí construye una ficción.

Explicó que no es la primera vez que intenta dirigir, pero esta vez, a base de testarudez, logró levantar la financiación. Dirigir y actuar a la vez no era su planteamiento inicial pero fue necesario para poder financiar la película y finalmente fue una oportunidad espléndida de observar "en primera fila", la actuación de Henriksen, con quien se ha desecho en halagos. "Lo que ha hecho es de una gran valentía y complejidad, es una gran interpretación que merece todos los elogios posibles y espero que los reciba", dijo.

Preguntado por la experiencia en el rodaje de la trilogía de Peter Jackson y con el personaje que le dio la fama, Mortensen sostuvo que "fue como una escuela de cine" y destacó especialmente el espíritu de Jackson y de todo el equipo para solucionar problemas. "Jackson no paraba de lograr pequeños milagros", recordó, "su actitud constante era que no había problema que no tuviera solución".