El pulso que mantienen desde que se separaran, hace más de dos décadas, Rocío Carrasco y Antonio David Flores se ha vuelto a recrudecer. La guerra sin fin entre la hija de Rocío Jurado y Pedro Carrasco y el exguardia civil ha vuelto a los tribunales, como ha contado "Lecturas".

La anteriormente conocida como Rociíto -aunque ya tiene 43 primaveras- ha interpuesto una demanda contra su exmarido por considerar que el malagueño ha vulnerado su honor y su intimidad dando a entender que era una mala madre. Un pésimo calificativo que se inferiría de una entrevista en el 2016 en las que Flores (44 años) se mostró dolido porque Rocío no había invitado a sus hijos -Rocío (23 años) y David Flores (21 años)- a la presentación de un sello dedicado a su abuela.

Como lleva haciendo desde hace más de 20 años, Rocío no ha dicho ni mu ante las cámaras, pero ha vuelto a recurrir a los juzgados para pedir 120.000 euros al padre de sus hijos en concepto de daños morales por "escarnio público" y por soltar declaraciones sobre ella "subjetivas y sin ningún tipo de veracidad".

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Justo hace dos años que se archivó la denuncia por malos tratos psicológicos que le puso Rocío y en la que le pedía pena de cárcel. Esta fue la causa más grave de la veintena que la pareja acumula en los tribunales. La participación de Rocío Flores en el programa Supervivientes (Tele 5), en el que se contuvo para no hablar de su madre, con la que lleva siete años a la greña -enfrentamiento que también afecta a su hermano pequeño, David-, pareció dar alas a una posible reconciliación familiar.

Sin embargo, no ha sido así. Rocío Carrasco no ha recogido el guante, y para más inri Antonio David Flores ha vuelto a los platós. Eso habría sido la espoleta para este nuevo capítulo en la batalla legal que enfrenta a la pareja. Y es que Rocío tendría en casa a su mejor asesor, su marido, Fidel Albiac, que es licenciado en Derecho.